Un cubano que trabajaba como cuentapropista en Pinar del Río denunció que le amputaron las piernas y varios dedos de una mano luego de una mala praxis en varias instalaciones médicas de ese territorio.
En conversación con el medio independiente Cubanet, Miguel Betancourt Zaldívar, quien ejercía de albañil particular, contó que había sido operado un año atrás por cálculos en los riñones a través de rayos láser. Pero el procedimiento no tuvo el resultado esperado y comenzó a padecer cólicos muy fuertes, que a ratos le hacían perder el conocimiento.
Al llegar al policlínico de Consolación del Sur, en julio de 2020, pidió que lo ingresaran, sin embargo, en lugar de eso, le inyectaron duralgina y lo enviaron para la casa. Ahí pasó la noche con intensos dolores y hubo que llevarlo de urgencia otra vez al policlínico, al cual llegó sin conocimiento y con fiebre alta.
Su estado era tan grave que fue trasladado inmediatamente en una ambulancia para el hospital viejo de Pinar del Río, “León Cuervo Rubio”. Allí lo tuvieron ocho días semiinconsciente y al parecer amarrado, pues narró que, al recuperar temporalmente la conciencia, se percató de molestias en manos y pies.
Según refirió, le pidió a una enfermera del salón que le quitara las ataduras porque le hacían daño, pero ella, sin acercarse, se negó a incumplir las “órdenes del médico”. Durante el tiempo que estuvo internado, solo recobró la conciencia de manera esporádica.
Pero cuando volvió en sí, el 8 de agosto, se encontraba en el hospital nuevo de Pinar del Río “Abel Santamaría Cuadrado”, y tenía las manos y las piernas ennegrecidas e hinchadas, con dolor y entumecimiento, aparentes síntomas de gangrena. En dicha instalación no pudieron salvarle las piernas, que cercenaron por debajo de las rodillas, y tuvieron que amputarle varios dedos de la mano también.
Betancourt cree que fue abandonado a su suerte y lamenta no recibir visitas de médicos, ni seguimiento o terapias de rehabilitación. En las condiciones actuales, además, se ve impedido de continuar ejerciendo su labor como albañil, con una incierta ayuda de 2,000 pesos cubanos de la Seguridad Social.
En el país no existen mecanismos legales para recibir indemnizaciones por malas prácticas de los profesionales de salud, en caso de que se llegara a demostrar su responsabilidad en las afectaciones al paciente.
Las ataduras de extremidades, conocidas como sujeción mecánica, deben aplicarse con discreción y garantías de seguridad. Se aplica para limitar los movimientos corporales del paciente, a fin de prevenir lesiones en el propio sujeto o a otras personas. El método suele emplearse en unidades de hospitalización de psiquiatría.
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