La Policía regional (Mossos) de Cataluña detuvo este martes a una mujer acusada de haberle cortado el pene con un cuchillo al jefe del bar en el que trabajaba, y que según la detenida, intentaba agredirla sexualmente.
La mujer, detenida por un delito de lesiones, trabajaba en Sant Andreu de la Barca (Barcelona) y el jefe del establecimiento, con el que, al parecer, mantenía una relación a pesar de que él tuviera esposa e hijos en su país natal (Bangladesh), la sometía, según declaró, a continuas violaciones.
Los dos involucrados, Abdul, de 47 años, y Tanya, de 36, son naturales de Bangladesh. Trabajaban juntos en el bar El Sibarita de la Barca desde hace unos seis meses, cuando el ahora mutilado decidió abrirlo y ayudarse como empleada de la hoy detenida y presunta amante.
Ambos regentaban el bar Pirata situado en una pequeña esquina de un barrio popular. Abdul es el dueño del establecimiento y Tanya la camarera si bien, según cuentan los más fieles del lugar, la mujer también ejercía el papel de dueña en tanto que pareja de Abdul, y se encargaba de decidir si había que contratar a más personal.
El negocio fue en aumento y hace seis meses el hombre adquirió El sibarita, un antiguo restaurante especializado en paellas que transformó en otro bar humilde de bocadillos, cervezas y carajillos. Allí a las dos de la madrugada del martes se produjeron la supuesta violación y la amputación de los genitales como supuesta reacción.
Ambos empleados pasaban muchas horas juntos y eso hizo pensar al vecindario que eran una pareja formal.
Según la prensa local, la pareja vivía bajo el mismo techo en Abrera, el pueblo de al lado. Tanya está divorciada y también tiene dos hijos.
La mujer, sin embargo, asegura que era obligada a mantener relaciones no consentidas.
Por ello, el lunes sobre las 2 de la madrugada y ante un nuevo supuesto abuso le seccionó el pene con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones.
Gravemente herido y sangrando, el supuesto acosador se encaminó hacia la comisaría de Policía Local situada muy cerca del lugar de los hechos. Su empleada y agresora entró detrás de él, de modo casi simultáneo, indicando que había sido ella.
El presunto agresor sexual se encuentra ingresado de urgencia en el hospital de Bellvitge. La mujer se encuentra en comisaría a la espera de pasar a disposición judicial en calidad de investigada por un delito de lesiones. Un juez decidirá si debe ingresar en prisión o quedar en libertad.
Los Mossos se han hecho cargo de la investigación, que pretende averiguar la existencia de posibles delitos contra la libertad sexual.
Ayer el local donde se produjeron los hechos estaba precintado. Según la prensa local, la clientela se pregunta ahora si están ante un nuevo acto de legítima defensa como el que protagonizó en 1993 Lorena Bobbitt, que fue absuelta por la justicia después de amputar los genitales de su marido harta de sufrir años de maltrato.
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