El gobierno cubano reaccionó a la aprobación por parte del Parlamento Europeo de una dura resolución en que se condenan las violaciones a los derechos humanos en Cuba.
El documento, aprobado por 386 votos a favor, 286 en contra y 59 abstenciones, motivó una fuerte crítica del régimen castrista, que califica la resolución de "espuria e injerencista".
Pocas horas después de conocerse el resultado de la votación, la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular emitió una declaración en la que acusa al Parlamento Europeo de ser "rehén de un pequeño grupo de eurodiputados de la extrema derecha".
Según el texto, estos eurodiputados están "obsesionados con destruir la Revolución cubana", y además "tienen un vínculo demostrado con organizaciones radicadas en Miami financiadas por el gobierno de Estados Unidos".
Bajo el título 'La razón es y será nuestro escudo', el documento de la Asamblea Nacional cubana acusa a Europa de mantener una "doble moral hacia la nación cubana" y de no respetar a Cuba como país libre, independiente y soberano.
El órgano legislativo cubano también se refirió a los parlamentarios que votaron contra la resolución y abogaron en sus intervenciones por el fin del embargo norteamericano a la Isla.
"Una resolución como esta, plagada de doble rasero, no nos quita el sueño", recalca la declaración de Cuba, que acusó a los europarlamentarios de emplear una retórica violenta, vulgar y neofascista.
Por último, el documento asegura que "las campañas promovidas por los enemigos y sus lacayos fracasan" ante la voluntad del pueblo de seguir construyendo una "sociedad cada vez más justa y democrática".
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