Un empleado del Departamento de Correcciones de Miami-Dade (MDCR) fue condenado a 10 años de privación de libertad por haber violado a tres mujeres a las que debía vigilar.
Yulian González González, de 36 años, se declaró culpable de los cargos contra las víctimas, aconsejado por su abogado.
El agente, quien trabajaba en el programa de arresto domiciliario del sistema penitenciario, abusó sexualmente de tres presas en libertad condicional bajo su supervisión, a las que además amenazó con regresarlas a la cárcel si lo rechazaban.
Además de los 10 años de cárcel, al extinguir su sentencia cumplirá otros 10 años de libertad condicional y mantendrá el estatus de depredador sexual registrado.
González González fue detenido en 2019 y acusado de cuatro delitos de secuestro armado y agresión sexual armada. Más tarde se presentaron otras denuncias similares en su contra.
En agosto de ese año, una mujer de 43 años que estaba en su casa esperando un juicio, declaró a la policía que durante las visitas a su domicilio él la obligó tener sexo oral.
"Puedo hacerte desaparecer", le dijo, según el informe de la detención al que tuvo acceso el Nuevo Herald.
Otras dos mujeres de 26 años y 32 años lo acusaron de forzarlas a tener sexo con él, aprovechando su condición de oficial de libertad condicional.
En 2019, al conocerse estos hechos, Daniel Junior, director del MDCR, expresó que a su departamento le "entristece profundamente que las acciones de un empleado puedan empañar el buen trabajo de la Oficina de Libertad Vigilada y de los orgullosos hombres y mujeres del MDCR que dedican su vida a garantizar la seguridad del público".
"MDCR toma en serio las acusaciones de mala conducta de los empleados y este arresto debería enviar un fuerte mensaje de que los empleados involucrados en este tipo de delitos no serán tolerados y serán perseguidos en la mayor medida de la ley", agregó.
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