La cubana Ana Beatriz Puente Mercon denunció las condiciones de deterioro del edificio donde vive, en el reparto Alamar, en la capital cubana.
La mujer, residente en el edificio B43, en la Zona 5 de la barriada habanera, asegura “sentirse insatisfecha con el trabajo y la atención de la Dirección Municipal de Vivienda y del Poder Popular de Habana del Este para con su queja”, según publicó el diario oficial Juventud Rebelde.
La queja de Puente Mercon aparece en la sección "Acuse de recibo", que expone dos casos de irregularidades e indiferencia de instancias estatales en La Habana, situación que afecta no solo la vida de los querellantes sino a comunidades enteras.
El trabajo periodístico, titulado "¿Por qué esperar a la denuncia pública?" es una crítica a la morosidad burocrática de las instituciones y las empresas del Estado, en particular a la Unión de Empresas de Comercio y Gastronomía La Habana, y a la Dirección Municipal de la Vivienda en Habana del Este.
La cubana afirma que desde 2015 está reclamando tanto al Poder Popular como a Vivienda por el deterioro de la cubierta del edificio donde reside, el cual se encuentra en malas condiciones debido a las constantes filtraciones en los techos: el agua sale por los tomacorrientes y las lámparas, y ocasiona desplome de pedazos de techo.
A pesar de que el inmueble se reparó en 2006, el deterioro sobrevino enseguida, lo cual sugiere un pésimo servicio por parte de la empresa.
Puente Mercon se ha dirigido a todos los canales pertinentes, según afirma, buscando que alguien haga caso a una situación tan grave, ya que es un edificio construido hace más de 40 años. A pesar de los arreglos en 2006, las filtraciones siguieron, esta vez con más fuerza.
“Mis gestiones hasta el momento han sido infructuosas. Solo recibo justificaciones, evasivas y mentiras; no soluciones por parte de dichas organizaciones”, indica la habanera.
“En esta edificación casi todos los que la habitan son personas de más de 70 años de edad y algunos incapacitados por enfermedades. Soy una de las afectadas porque vivo en el 5to. piso. Mi madre y mi padre son ancianos de 80 años, y este último se encuentra postrado”, termina.
La crisis inmobiliaria en La Habana es un fenómeno que reporta, incluso, pérdida de vidas humanas cada año.
El pasado 6 de junio una cubana residente en la capital aseguró llevar más de cuatro años sin casa, pero no porque un ciclón o huracán se la derribara, o un incendio la quemara, sino porque las autoridades decidieron demolerla, a pesar de estar en buen estado.
Alexandra Sonia Gerez Amador, residente en San Miguel del Padrón, denunció en la misma sección "Acuse de recibo" del periódico oficialista que la dirección municipal de vivienda y el gobierno municipal acordaron echar abajo su vivienda y otras de la misma ciudadela, con la promesa de restaurarlas todas. Sin embargo, 4 años después, aún el gobierno no ha cumplido su promesa.
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