El cubano Eduardo Sánchez Navarro, vecino del municipio capitalino Diez de Octubre, se quejó de la demora de la Empresa Provincial de Transporte de La Habana para arreglar el estropicio que provocó el impacto de un ómnibus contra tres propiedades.
El incidente ocurrió en enero, luego que un vehículo de la ruta A-70 destruyera el car porch de Sánchez Navarro y de un vecino, así como el muro y la baranda de otro y desde entonces esperan por una solución, explicó a la columna Acuse de Recibo, del periódico Juventud Rebelde.
Aunque afortunadamente no hubo lesionados los daños materiales se hicieron evidentes, incluyendo la acometida de agua potable del edificio, y la EPTLH se comprometió a dar una respuesta en muy poco tiempo.
"Desde entonces, afirma, por parte de quienes prometieron asumir la responsabilidad, lo que han proliferado son las trabas, demoras, justificaciones y el burocratismo en su máxima expresión, que tiran por tierra toda la confianza y transparencia de esa empresa", apuntó Sánchez Navarro.
Dice que los vecinos confiaron en las palabras del funcionario que se personó en el lugar para evaluar los daños y sin perder tiempo hicieron todos los trámites que se les pidió, incluyendo la denuncia ante la Policía y la autorización de la Dirección Municipal de la Vivienda para reparar los daños.
"El funcionario designado, pasado los dos meses, se personó en el lugar con un contratista por cuenta propia, quien asumiría las reparaciones. Pero pasan los días, semanas y meses y seguimos sin una respuesta a los hechos", explicó en la misiva el damnificado.
Al parecer el Departamento de Inversiones de la DPTLH tiene detenido el proceso porque no emite la autorización para iniciar la reparación del daño, sin ofrecer una explicación a los vecinos.
Lo único que han dicho es que debido a la llamada tarea Ordenamiento hay problemas con los ajustes de los nuevos precios.
"Estamos hablando de una deuda con nosotros desde hace seis meses", esgrimió Sánchez Navarro.
El cubano aseguró que en 2019 un ómnibus se abalanzó sobre el edificio y los vecinos arreglaron por esfuerzo propio los daños ocasionados, pero en esta oportunidad exigen una indemnización.
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