Poema de Alexis Valdés a los que oprimen a su pueblo: "Escúcheme Dictador"

El comediante cubano Alexis Valdés dedicó un poema al gobernante cubano Miguel Díaz-Canel y a las fuerzas represivas que respondieron violentamente contra las manifestaciones pacíficas en la isla.

"Escúcheme Dictador", se titula el poema. El popular actor y escritor lo publicó en Instagram y afirmó que va dirigido "al hombre (u hombres) que hoy oprime a mi Pueblo".

El poema responsabiliza al régimen cubano de la violencia en las calles, y le pide a Díaz-Canel que se quite del medio y deje a los cubanos reconstruir el país.

Asimismo, le advierte del costo de una guerra civil y de la sangre que puede ser derramada cuando un Estado arremete contra un pueblo desarmado.

A continuación reproducimos el poema de Valdés:

"Escúcheme dictador.
Por Alexis Valdés

Escúchame dictador, te hablo claro y sin consignas,
a tu pueblo se cansó y quiere una vida digna.
ya se acabó ese poder que alimentabas con miedo,
ya pronto vas a caer, ya se termina tu juego.

No provoques una guerra, y quítate del camino,
ya solo eres una piedra entorpeciendo el destino.
Sé que quieres enfrentar con tu odio a tus hermanos
¿Cómo te vas a limpiar tanta sangre de las manos?

Vas a manchar por los siglos la historia de tu nación
ya no piensas en tus hijos, ¿ya no tienes corazón?
Si tu poder son disparos, si tu poder es matar
va a ser un precio tan caro que nunca podrás pagar.
Estás arrastrando al pueblo a una guerra fratricida
y solo quiere ese pueblo una vida que sea vida.

Una vida de esperanza que tú no les puedes dar
pues no te tienen confianza y eso nunca va a cambiar.
Solo vas a demorar un final que es evidente
¿y lo vas a demorar con la sangre de tu gente?

¿Acaso no eres de esa tierra, acaso hablas otro idioma
Acaso eres una bestia, acaso no eres persona?
Quítate por dignidad, deja que tu pueblo vibre,
Para que Cuba sea grande, para que Cuba sea libre."

El pasado 11 de julio miles de cubanos tomaron las calles de la isla para pedir un cambio de régimen. El gobierno llamó a sus fuerzas represivas a sofocar las protestas pacíficas, y fueron golpeados y detenidos centenares de personas, muchas de ellas aún desaparecidas.