Dos nuevas victorias del boxeo constituyeron las mejores noticias cubanas de las últimas horas en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde el judo volvió a dejar un mal sabor y el voleibol de playa evidenció su incapacidad para competir exitosamente a este nivel.
El tricampeón mundial Lázaro Álvarez (57 kg) fue uno de los púgiles que escalaron el ring de la Kokugican Arena, y apenas necesitó un asalto y medio para liquidar por la vía del RSC al iraní Daniyal Shahbakhsh.
Por su parte, el monarca estival de Río Arlen López (ahora en 81 kg) dispuso por decisión unánime del argelino Mohammed Houmri.
Así, Álvarez y López aumentaron a cuatro los triunfos consecutivos de la armada boxística insular, toda vez que previamente habían ganado Roniel Iglesias y Julio César La Cruz.
En cambio, el judo no acierta: esta vez la decepción corrió a cargo de Iván Silva (90 kg), quien fue eliminado en su estreno por el turco Mihael Zgank. Subcampeón mundial en 2018, Silva lució carente de recursos ante un rival que apeló repetidamente a la técnica de sacrificio hasta que pudo marcarle un waza-ari decisivo.
En jornadas precedentes, el judo cubano había perdido a Maylín del Toro (63 kg) y Magdiel Estrada (73), si bien aún faltan por salir al tatami Kaliema Antomarchi (78), Andy Granda (+100) e Idalys Ortiz (+78), la mayor esperanza medallista de este deporte a día de hoy.
En cuanto a la pareja de voleibol de playa formada por Lidianny Echevarría y Leila Martínez, nuevamente cayó en solo dos sets (21-16, 21-11), ahora versus las representantes rusas Makroguzova y Kholomina. Antes habían corrido una suerte similar frente a la dupla de Australia.
Mientras, Alexis Borges anotó cuatro goles y Daymaro Salina lo hizo en par de ocasiones, pero ello no impidió que su país adoptivo, Portugal, cediera por la mínima ante Suecia (28-29) en la lid de balonmano.
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