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Cubano denuncia que aguas albañales se mezclan con la potable por rotura reportada hace un año

El residente en Sacti Spíritus constató que el agua que brotaba por el lavamanos y la taza sanitaria de su hogar estaba turbia, con olor a orina y restos de lombriz.

Vertimiento de aguas albañales en La Habana © CiberCuba
Vertimiento de aguas albañales en La Habana Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 2 años

La sección "Acuse de recibo" del periódico oficialista Juventud Rebelde ha publicado este lunes la queja de un residente en Sancti Spiritus, que denuncia que las aguas albañales se mezclan con la potable de su domicilio por rotura en la acometida reportada hace un año.

Osvaldo Morfi Galán contó al periódico que la fosa que evacúa los residuales de tres viviendas en su cuadra vierte para la calle hace años, y desde julio del 2020 lo hace sobre la acometida de agua potable de cuatro casas, entre ellas la suya.

En octubre de 2020, a Morfi Galán le faltó el agua varios días. Y al volver, por el lavamanos y la taza sanitaria de su hogar brotaba turbia, con olor a orina y restos de lombriz. Él, impedido físico y con varios padecimientos, envió entonces una muestra del agua con otra persona a Higiene del Policlínico Sur. Y dio positiva.

Morfi fue entonces a Atención a la Población de Acueducto municipal y lo reportó. Le dijeron que esperara la visita de los técnicos de plomería. Como no acudían, llamó por teléfono cuatro veces y nadie atendió la llamada.

A inicios de junio pasado faltó de nuevo el agua. Y al restablecerse el 5 de ese mes, volvió turbia y con olor a orina. Llevó una muestra a Acueducto municipal el 7 y la jefa de inspectores lo condujo con el jefe de la brigada de Mantenimiento de plomería, quien precisó que la manguera de la acometida estaba rota, y orientó tomar los datos y la queja.

Una vez más, a Morfi no le quedó más remedio que esperar.

Dos días después, viendo que las personas que debían hacer el arreglo no llegaban, Morfi regresó a la oficina, donde pasó toda la mañana sin poder ver a ningún directivo. El 10 de junio fue a Atención a la Población del Gobierno provincial. Le tomaron allí los datos y la queja, y le dieron números de teléfono.

El 14 de junio, Morfi fue de nuevo a Acueducto municipal, que envió tres técnicos, quienes constataron que la fosa vertía sobre la acometida. Y al estar rota esta, y faltar el abasto de agua potable, el agua de fosa penetraba en la acometida y se mezclaba con la potable.

Los técnicos le indicaron que no consumiera dicha agua, que ellos avisarían para venir y quitar la manguera y poner una nueva.

"Hasta el día de hoy --dice Morfi a Juventud Rebelde--, nadie ha venido a arreglar la manguera y la fosa sigue vertiendo sobre mi acometida. No he podido seguir saliendo más a estos trámites, pues estoy exponiéndome a contraer la COVID-19. Me siento totalmente maltratado y engañado por todas estas personas que hasta este momento he visto para que me den solución a este problema por el que estoy pasando".

El periódico recoge la respuesta de Franklin Lantigua Moreno, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Sancti Spíritus, quien confirma lo planteado por Morfi acerca de toda la secuencia de sus trámites y gestiones.

El funcionario declaró que "por temas relacionados con la inexistencia de recursos para acometer los trabajos ya iniciados sin culminar en otras zonas del municipio, con la concentración de la fuerza de trabajo en esos lugares, se nos complejiza el actuar con rapidez ante el llamado de la población".

Además de ofrecer "disculpas por las molestias ocasionadas", el director de Acueducto y Alcantarillado también afirma que el 19 de julio (tres días después de publicada en el medio oficialista la queja de Morfi), "se procedió con parte de la brigada de plomeros de la UEB a la realización de los trabajos de excavación manual y a la sustitución de un tramo de tubería ¾ en mal estado, que ocasionaba el salidero, quedando culminado el trabajo".

"¿Por qué entonces lo que no se hizo antes se solucionó apenas al tercer día de publicarse la denuncia en esta columna?", se pregunta el periodista José Alejandro Rodríguez.

"Sean cuales fueren las razones de la demora en solucionar un asunto de tanto peligro para la salud humana (aguas sucias mezcladas en la potable, a partir de la rotura de la acometida junto al vertimiento de la fosa), lo cierto es que se demoraron los trabajos de solución del problema, y ni al menos los afectados recibieron la información requerida al respecto, algo elemental en una óptima y eficiente comunicación institucional de una entidad", añade Rodríguez.

La desidia gubernamental y el desastroso estado del sistema de alcantarillado y aguas residuales de la isla hace bastante frecuentes las denuncias ciudadanas de salideros, tupiciones y otros problemas que conviven con la falta del preciado líquido.

En febrero, el periodista Michel Contreras denunció un salidero que provocaba que las aguas albañales fluyeran a lo largo de toda su cuadra en Murgoa, Boyeros, en la provincia de La Habana.

En junio, la doctora Anabel Hernández Ruiz denunció, también en la sección de cartas de los lectores de Juventud Rebelde que desde el 2018 su casa ubicada en el municipio capitalino de Marianao estaba rodeada de aguas albañales.

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