La incidencia de homicidios en Estados Unidos se elevó un 30 por ciento el pasado año en comparación con 2019, según el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Un informe de ese organismo reveló que los asesinatos y homicidios involuntarios crecieron un 29.4 por ciento en 2020, el mayor aumento en un año desde 1960, fecha a partir de la cual el gobierno estadounidense comenzó a contabilizar la incidencia delictiva del país.
Este incremento coincide con un aumento récord del 65.5 por ciento en la venta legal de armas de fuego, los pleitos entre pandilleros y las crisis emocionales registradas durante la cuarentena obligatoria implantada por la pandemia del coronavirus, dijeron las autoridades de California.
El canal Univisión mencionó que Michael Moore, jefe de la Policía de Los Ángeles (LAPD), había explicado hace algunas semanas que "el aislamiento, la sensación de desesperanza, la incapacidad para resolver disputas y el fácil acceso a las armas de fuego, junto con un sistema de justicia que ha sido severamente impactado", han erosionado los mecanismos que habían sido efectivos en la contención de los homicidios.
Las armas de fuego fueron usadas en dos de cada tres homicidios durante 2020, mientras que la tasa de detenciones por asesinatos y homicidios involuntarios fue de 3.8 por 100,000 habitantes, detalla el documento.
En general el pasado año se reportaron 1,27 millones de delitos violentos (de todo tipo), lo cual significó un 5.2% más que en 2019, subraya el informe del FBI, con base en la información de 15,897 agencias del orden que participaron en la recogida de datos, de un total de 18,619.
Esa cifra se desglosa en una tasa de crímenes violentos de 387,8 delitos por cada 100,000 habitantes; mientras que la tasa de delitos contra la propiedad –como robo de autos y a viviendas– fue de 1,958.2 por 100,000 habitantes.
Los robos a viviendas cayeron un 7.4 por ciento, pero los de vehículos subieron un 11.8 por ciento, señala el informe.
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