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Exjudoca cubana Yurisel Laborde: No pierdo la esperanza de verme nuevamente en un tatami enseñando a niños

"El judo… Siempre que lo menciono me da tristeza; es una de las cosas que más amo en esta vida pero me ha tocado ponerle un stop desde que tuve a mis hijos porque he tenido que trabajar para poder sacarlos adelante sola".

Ex judoca cubana Yurisel Laborde en el Aeropuerto de Miami © Cortesía de la entrevistada
Ex judoca cubana Yurisel Laborde en el Aeropuerto de Miami Foto © Cortesía de la entrevistada

Este artículo es de hace 2 años

Después de 12 años viviendo en la Isla del Encanto, Yurisel Laborde “Yuyú”, una de las mejores judocas cubanas de todos los tiempos, se encuentra en la Ciudad del Sol, donde trabaja felizmente en el aeropuerto.

¿Qué motivó tu traslado?

Llegué aquí el 1 de julio de este 2021 por fuertes razones. La decisión fue repentina, estaba un poco disgustada. El caso es que Puerto Rico está cambiando debido a su sistema político y yo no quería ser parte de eso.

Aunque, te soy sincera, mi motivo fundamental fue que mis hijos recibieran una mejor educación. Ellos son unos niños muy inteligentes que necesitan retos. Actualmente cursan el quinto y tercer grados en una escuela pública del condado de Miami-Dade.

Te vi muy hermosa con tu uniforme del aeropuerto de Miami. ¿Estás bien?

Llevo alrededor de dos meses trabajando allí para una compañía que tiene varias funciones dentro del mismo. Mi posición en estos momentos es con la aerolínea Latam verificando los documentos que necesitan los pasajeros para poder volar a su destino.

¡Estoy super contenta con lo que hago! Cuando llegué a Miami no sé por qué me entró la necesidad de trabajar en el aeropuerto… jajá. Me imagino que por el hecho de que me gusta viajar mucho.

Finalmente, luego de dos meses de pasar por un proceso, lo logré y estoy feliz y orgullosa de hacer lo que hago. Anteriormente trabajé de security armada en una tienda en Miami Beach donde también la pasé muy bien.

En San Juan eras policía armada y con todo el dispositivo requerido para tal función, en Miami ¿portas armas?

Pues sí, llevo una para defenderme en cualquier circunstancia. No me gusta la violencia, pero tengo que estar preparada siempre.

A estas alturas de tu vida ¿en qué lugar sitúas al judo?

El judo… ¡wow! Siempre que lo menciono me da tristeza; es una de las cosas que más amo en esta vida pero me ha tocado ponerle un stop desde que tuve a mis hijos porque he tenido que trabajar para poder sacarlos adelante sola.

Es muy difícil pensar en un part time (media jornada) para dedicarme al judo porque tengo que ajustarme a los horarios de mi trabajo que actualmente asegura el techo de mis hijos.

Por el momento voy suave porque llevo años desvinculada de mi deporte, aunque te aseguro, no pierdo la esperanza de verme nuevamente en un tatami enseñando a los niños.

Yurisel Laborde, tras su bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, era una fuerte candidata al oro en Beijing; sin embargo, la santiaguera abandonó el equipo en mayo del 2008 precisamente en la ciudad que ahora la recibe: Miami, mientras participaba en el Panamericano de judo, decisión que sorprendió a muchos.

Fue difícil, mucho, no te lo voy a negar. Fueron emociones encontradas: saber que podía lograr mi sueño de ser campeona olímpica y sentir el coraje que tenía por lo que me estaba pasando en ese momento en Cuba, situación que solo saben mis personas más cercanas. Es muy fácil hablar, acusar, sin conocimiento de causa.

¿?

Te cuento que en 2004, el Comité Olímpico Internacional me otorgó una beca por $1000 dólares mensuales que duraría hasta agosto del 2008; o sea, un ciclo olímpico completo.

Yo tenía que firmar todos los meses para que ese dinero entrara a Cuba, pero obviamente, no recibía ni un centavo de eso y ni siquiera una ayuda que pedí para poder amueblar el apartamento que yo me había comprado (nadie me lo regaló)

Un día me llama mi entrenador para firmar la beca, llegábamos de una gira de tres meses por Asia y le dije que no lo haría, lo que provocó que me llevaran a una reunión con el señor que en ese momento era el presidente del INDER, del cual gracias a Dios, no recuerdo su nombre.

Esa persona, delante de una comitiva, se atrevió a amenazarme de que si no firmaba el documento yo no iría a los Juegos Olímpicos de Beijing. Sus palabras fueron: “tú sabes que ya clasificaste la división pero podemos llevar a otra por ti”.

Mira Julita, en ese momento se me vino el mundo abajo, pero le dije que llevaran a otra por mí. Luego me entero de que iban a dar unos vehículos ese año y quien me lo dijo me había visto en la lista y resulta que antes de entregarlos, este señor presidente del INDER se apareció en el gimnasio de judo para dar una explicación sobre el por qué y quiénes eran merecedores de los carros.

Esgrimió una excusa nada creíble de por qué otra de mis compañeras y yo no lo tendríamos. Esa otra judoca, de la cual me reservo el nombre, estaba en mi mismo caso.

Finalmente, por esas cosas de la vida con las que yo no contaba tras las amenazas previas, se me dio la posibilidad de venir a Miami y aquí me quedé. Fue mucho el dolor que experimenté porque tronchaba mi sueño de ser campeona olímpica y saber que mi madre sufriría como nadie, pero hoy día compruebo que fue una decisión acertada.

Hoy puedo tener aspiraciones, tener mi casa y mi carro sin mendigar; solo con mi trabajo. Como guerrera que soy voy a seguir creciendo. Quizás cuando domine mejor el inglés tenga muchísimas más puertas abiertas. Tengo el don de aprender y desenvolverme rápido en todo. Y lo más importante para mí es el desarrollo de mis hijos.

¿Qué opinas de la Cuba actual?

Mi opinión sobre la situación en Cuba me la reservo. Tengo familia allá y no quiero perjudicar a nadie.

En su exitosa carrera, Yurisel Laborde suma el tercer lugar olímpico de Atenas 2004, dos oros Mundiales del Cairo 2005 y Río de Janeiro 2007, dos medallas de plata en los certámenes del orbe de Múnich 2001 y Osaka 2003; y bronce en el Campeonato Mundial Juvenil en Cali 1998, entre eventos del máximo nivel.

En todo ese admirable desempeño mucho tuvo que ver el profesor Ronaldo Veitía, el General de sus Guerreras, el Buda cubano.

Veitia…¡mi entrenador! No puedo hablar de mi historia en el judo sin dejarlo de mencionar a él: muy estricto y exigente con sus atletas, llevaba una disciplina en su equipo única; para mí entenderlo fue la clave para el gran resultado que tuvimos en aquellos tiempos, cuando llegamos a ser un equipo dorado.

De los mejores entrenadores del mundo al que respeto y admiro con todo mi corazón. Cuando me enteré de la triste noticia del fallecimiento de su señora esposa Mercedes, quien era su mano derecha, me sentí muy mal, y lo peor es que no he podido darle mis condolencias directamente. Solo le pido a Dios que le dé muchas fuerzas para que pueda continuar sin ella, la Mechi, muy querida por nosotras las muchachas de aquel entonces.

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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