El cubano Omar Quintero Montes de Oca, a quien se le conoce como "el pagador de promesas", arribó este lunes a la ciudad de Camagüey en su empeño por saldar una deuda religiosa con la Virgen de la Caridad del Cobre.
"A sus 56 años, hipertenso y con una hernia discal, Omar ha caminado desde Marianao, en La Habana, arrastrando su carrito con ofrendas a la Patrona de Cuba y recibiendo en cada pueblo de la isla la acogida de los cubanos, creyentes o no", escribió la revista independiente La Hora de Cuba en Facebook.
El devoto prometió a la santa cubana realizar tal proeza si salvaba a su hijo enfermo de cáncer, y fue así como emprendió su recorrido desde hace un mes.
Al arribar a la ciudad de Camagüey, lo recibieron miembros de la Cruz Roja, autoridades del Ministerio del Interior, pobladores y la reportera independiente Inalkis Rodríguez Lora, quien describió el momento.
La promesa de Quintero Montes de Oca mantiene en vilo a cientos de cubanos y es admirado por ser un hombre con una sólida fe y capacidad para resistir sus propias dolencias.
El músico Cándido Fabré, popular en la región oriental de Cuba, compuso la canción "Llegarás pagador de promesas", de la que hasta el momento solo se conoce la letra.
"Caminante de alma noble / Tu fuerza es tu gran riqueza / Llegarás pagador de promesa / Al Santuario del Cobre", escribió Fabré.
Internautas reflejan el peregrinaje del cubano, comparten imágenes de su paso por los diferentes lugares de la isla a donde llega y dejan mensajes de ánimo para que culmine el proceso.
"El Omar de Cuba avanza en su tránsito hacia Camagüey, a pesar de que la hernia discal parece ser su mayor obstáculo. Peregrino, calma, te queremos bien", escribió el periodista José Alemán Mesa.
Aunque Quintero Montes de Oca llegó esta semana a la Ciudad de los Tinajones, arribó a la provincia el fin de semana último y entre los territorios que le dieron la bienvenida se encuentra Florida.
Tal y como se aprecia en los reportes hechos desde Cuba cientos de personas salieron a recibirlo y darle ánimos en su empeño, con muestras de afecto y cariño que hacen más llevadera su peregrinación.
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