El opositor cubano Guillermo "Coco" Fariñas Hernández aseguró que la población en su país está harta de la crisis actual y que por ello pronto ocurrirá un estallido social similar al del 11 de julio pasado.
El disidente cubano, quien viajó a Parlamento Europeo, ofreció una entrevista en España a la emisora esRadio, en la que ratificó su decisión de permanecer en Cuba a pesar del riesgo que ello supone para su vida.
"Se va a producir otro estallido social, porque no hay alimentación ni medicamentos", dijo Fariñas, quien señaló que al gobierno castrista no le ha quedado más remedio que reconocer el desabastecimiento de productos básicos.
"El ministro de Economía pidió a la población que tuviera esperanza y las redes sociales le respondieron que la esperanza no se puede comer en la mesa", dijo.
Fariñas, premio Sájarov a la libertad de conciencia, reveló que el descontento del pueblo se ha extendido a miembros del Ejército y la Policía, porque tampoco tienen alimentos.
El reconocido opositor afirmó que para que otra protesta multitudinaria tenga éxito, es imprescindible una respuesta por parte de la comunidad internacional.
"Mientras el gobierno vea que, aunque dé golpes, aunque encarcele niños y a jóvenes, aunque les condene a 20 años por solamente decir lo que piensan, no le pasa nada y hay quien defiende que Cuba es una democracia con un solo partido, como han dicho algunos representantes europeos, se va a sentir impune y va a seguir golpeando", aseguró.
El activista político reveló que tras las protestas del 11J, en Villa Clara, la provincia donde reside, hubo más de 7,000 detenidos. Sin embargo, solo 80 de ellos fueron sometidos a juicio.
"Al resto los detuvieron, los amenazaron, los golpearon, los torturaron y los están empujando a abandonar el país con la complicidad de Daniel Ortega, en Nicaragua", denunció.
Fariñas reiteró su decisión de no marcharse de Cuba mientras sea útil a la lucha por la libertad.
"Yo voy a seguir dentro de Cuba por una cuestión que hemos hablado Berta Soler y yo. Nosotros somos premio Sájarov, eso es un compromiso con la democratización de Cuba y creemos que no tenemos derecho a irnos", recalcó.
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