¿Por qué marchar desde Madrid el 8 de marzo por los derechos de las mujeres cubanas?

Las mujeres cubanas que estamos en Madrid este 8 de marzo y saldremos a las calles a marchar, lo haremos porque es nuestro derecho. Porque estamos vivas y presentes en una ciudad donde otras miles de mujeres de España y otros países aprovecharán este día para recordar a la sociedad, pero sobre todo a nosotras mismas, que nos quedan todavía muchas razones para protestar y unirnos.

Marcharemos porque ningún hombre tiene que marchar por nosotras sino con nosotras, si así nosotras lo queremos. Porque ni los hombres, ni los políticos, ni los partidos deben reemplazar nuestras voces y cuerpos. Porque nuestras causas no deben ser jamás instrumentos de intereses electorales.

Marcharemos porque en Cuba no es posible ocupar las calles para exigir nuestros derechos civiles y políticos sin terminar detenidas, golpeadas o encarceladas. Porque ahora mismo hay al menos 76 mujeres privadas de libertad por haberse manifestado en julio de 2021 en contra del gobierno de Miguel Díaz-Canel.

Marcharemos porque la activista Lizandra Góngora, madre de tres menores de edad, nos ha pedido desde la prisión de mujeres de Occidente que no la abandonemos y no la vamos a abandonar. Porque Yudinela Castro, madre del preso político Rowland Jesús Castillo y paciente de cáncer, se encuentra tras las rejas por demandar libertad de su hijo de 18 años.

Marcharemos porque en Cuba no existe una Ley Integral contra la Violencia de Género, ni refugios para proteger las vidas de las mujeres y madres víctimas de abusos y maltratos machistas. Porque en nuestro país se documentaron 34 feminicidios en 2021. Porque en lo que va de año se han documentado otros cuatro.

Marcharemos porque no existe la suficiente transparencia informativa acerca de la violencia de género y ello dificulta crear caminos desde la sociedad civil para solucionarla. Porque crear caminos desde la sociedad civil para impactar en nuestra realidad es un derecho criminalizado.

Marcharemos porque las trabajadoras sexuales en Cuba son estigmatizadas, porque están desprotegidas, porque son llevadas a la cárcel por años bajo la excusa de que son delincuentes en potencia y deben ser reformadas.

Marcharemos porque las niñas y mujeres trans son marginadas y violentadas en casi todos los espacios sociales, porque no existen leyes y políticas específicas para ellas, diseñadas e implementadas por ellas.

Marcharemos porque en Cuba el aborto no está penalizado pero sí es un procedimiento excesivamente doloroso y violento en muchas ocasiones para las personas embarazadas. Porque además existen demasiadas historias de violencia obstétrica, porque mujeres y hombres merecemos partos respetuosos con nuestros cuerpos y mentes y nuestros bebés, que no nos dejen con traumas o secuelas de por vida.

Marcharemos por las mujeres que hoy no pueden salir a las calles a marchar. Por las que cuidan de personas enfermas, por las que no pueden dejar de trabajar, por las que están en prisión, por las que todavía tienen miedo. Pero, principalmente, marcharemos hoy porque el movimiento feminista en todo el mundo ha luchado y lucha por que podamos defender nuestros derechos.