Anthony Todt, un fisioterapeuta de Connecticut de 46 años, fue declarado culpable este jueves del asesinato de su mujer, sus tres hijos pequeños y el perro de la familia, ocurrido hace dos años en Florida.
El jurado encontró a Todt culpable de cuatro cargos de asesinato en primer grado y uno de crueldad hacia los animales, por los que recibirá una sentencia obligatoria de cadena perpetua, según reportó una televisora local.
En enero de 2020, Anthony Todt asesinó a su esposa Megan Todt, de 42 años; a sus hijos Alek, de 13, Tyler, de 11, y Chloe, de 4; además de al perro de la familia, Breezy. Los cuerpos fueron hallados por la policía en la residencia donde todos vivían cerca de Disney World.
Los Todt, ambos fisioterapeutas, habían estado casados por más de 20 años y, en 2017, decidieron mudarse a Celebration, una comunidad cerrada diseñada y administrada por Disney.
Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados en un avanzado estado de descomposición, luego de que Todt los dejara durante tres semanas en la casa familiar.
Todt confesó detalladamente los asesinatos después de su detención en enero de 2020, pero más tarde cambió su declaración y culpó a su esposa de haber envenenando a sus hijos y luego apuñalarse ella misma.
En principio, dijo haberlos drogado a todos con altas dosis de Benadryl para luego asfixiarlos con una almohada. Uno de sus hijos se resistió, por lo que Todt los apuñaló a todos para asegurarse de sus muertes.
Un mes antes del asesinato, Anthony Todt se encontraba en una delicada situación. El FBI lo investigaba por fraude desde abril de 2019, su licencia de fisioterapeuta había vencido desde el mes de septiembre y le habían enviado una orden de desalojo de la casa donde vivían.
Su infancia había estado marcada, además, por el trauma de la condena de su padre a 10 años de prisión. Robert, su padre, había contratado sin éxito a un asesino a sueldo para liquidar a su madre y huir con una amante, según un reportaje de Infobae.
“Tú, Anthony John Todt, eres un destructor de mundos”, le dijo el juez Keith Carsten luego de la sentencia.
El pasado 12 de abril, Dalanys Álvarez, una joven madre de origen cubano, fue arrestada por la policía de Miami por intento de asesinato a sus hijos.
La mujer amenazó con suicidarse y asesinar a sus hijos, una hembra y un varón de dos y tres años, para que el padre no los pudiera tener.
Al acudir a su residencia, luego de una denuncia, los agentes encontraron una marca roja en el cuello de unos de los niños consistente con un intento de estrangulación.
Fue sentenciada a arresto domiciliario y, en caso de pagar la fianza fijada en 100 mil dólares, no podrá tener contacto con los menores.
Esa misma semana, la policía de Miami detuvo a una madre afroamericana por el asesinato de sus dos hijos, una hembra y un varón de cinco y tres años, respectivamente.
Los dos niños fueron encontrados muertos y atados en el interior del domicilio donde residían en Little Haiti. La mujer enfrenta cargos de asesinato en primer grado.
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