La fábrica de tabaco torcido Luis Ascencio Zayas, de San Luis, Santiago de Cuba, incumplió el plan de producción de 2021, por falta de envases y papel para resguardar los productos terminados.
Según un reporte de este domingo del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, en esa unidad empresarial solo se realizó el 90% del plan previsto para el último año, en el que se debían producir 1,396,000 unidades de tabaco torcido.
El reporte apunta que también la inestabilidad del personal por los aislamientos decretados en ese año por la pandemia de coronavirus, también incidieron en la baja productiva de esta fábrica, donde se hacen tabacos tanto para la exportación como para el consumo nacional de las marcas Monte Cristo, Romeo y Julieta, Cohíba, entre otras.
Para este 2022, esta empresa santiaguera debe entregar un millón de unidades de tabaco torcido, por lo que se ha diseñado una estrategia para adelantar las producciones, sobre todo porque cuentan con la materia prima principal.
Esta estrategia incluye horas de trabajo extras y la habilitación de más torcedores de tabaco, aunque en el reporte no detallan si el tiempo fuera de la habitual jornada laboral será retribuido a los trabajadores o será visto como trabajo voluntario, como suele ocurrir en muchas empresas productivas de la isla.
A finales de febrero último trascendió que las áreas destinadas a la siembra de tabaco en Cuba se redujeron en un 20% en la última campaña, debido a la falta de fertilizantes e insumos.
Según explicó a la agencia AP Pavel Noa, jefe del departamento agrícola del grupo empresarial estatal Tabacuba, aunque inicialmente se había planeado la plantación de 25,000 hectáreas en todo el país, finalmente se sembraron 20,000.
"Se presentaron dificultades sobre todo con los insumos", reconoció.
El dirigente precisó que la expectativa era cosechar 27,000 toneladas de la planta, pero tras la disminución de hectáreas sembradas se espera recoger 22,000 toneladas.
"Se nos hace demasiado difícil que las cosas fluyan como nosotros queremos", agregó Noa, quien culpó de la situación al embargo económico estadounidense.
No obstante, el funcionario se mostró confiado en que la exportación de puros no se verá afectada, gracias a que el país tiene almacenada una cantidad de hojas que puede cubrir dos años de producción.
De acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), en 2018 se cosecharon unas 29,000 toneladas, al año siguiente la cifra bajó a 28,000 toneladas y en 2020 fue de 25,000.
Pinar del Río, donde se siembra el 65 por ciento del tabaco cubano, redujo en más de 2,450 hectáreas las plantaciones para la campaña 2021-2022.
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