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Seguridad del Estado detiene en su domicilio a joven activista cubano

"Acaban de entrar por la fuerza en la casa de Alejandro llevándoselo violentamente. Su abuela daba gritos de auxilio. Lo escuché todo por una llamada. Cubanos de todos mundo, no podemos dejar este hecho impune, tenemos que denunciar en todas las organizaciones", escribió un usuario en Twitter.


Este artículo es de hace 1 año

La Seguridad del Estado detuvo este viernes por la fuerza al activista cubano Raúl Alejandro Oropesa, defensor de los derechos humanos en Cuba, quien se encontraba acuartelado en su propio domicilio en La Habana.

"Acaban de entrar por la fuerza en la casa de Alejandro llevándoselo violentamente. Su abuela daba gritos de auxilio. Lo escuché todo por una llamada. Cubanos de todos mundo, no podemos dejar este hecho impune, tenemos que denunciar en todas las organizaciones", escribió un usuario en Twitter.

Poco antes, el joven había compartido en Twitter, donde se hace llamar Céspedes, un mensaje para advertir de la fuerte presencia de oficiales de la policía política frente a su domicilio.

"Denuncio la presencia y vigilancia afuera de mi propiedad, de agentes de la Seguridad del Estado, en espera de órdenes del régimen para detenerme. Solo soy un ciudadano pacífico con derecho a expresarse libremente y sin temor a ser reprimido", escribió.

Antes de ser detenido arbitrariamente, Oropesa envió a CiberCuba un video en el que denunció la represión de las autoridades cubanas en su contra.

"Desde ayer estoy sitiado porque quieren llevarme a un lugar desconocido, supuestamente para interrogarme", relató Oropesa.

El joven cubano agregó que como muchos otros defensores de los derechos humanos en la isla, sufre la persecución y el acoso de la policía política por expresar sus ideales, contrarios al comunismo, y respaldado por la Declaración Universal de los DD.HH.

"Salí a manifestarme el 15N por un futuro mejor para mi país, fui detenido y desde ese momento considerado objetivo de prioridad para la Seguridad del Estado", enfatizó.

Las fuerzas represoras consideran que el joven es un criminal porque sus ideas políticas son contrarias al discurso oficial, por tanto no cesan las amenazas y citaciones para amedrentar su posición.

A pesar de las constantes citaciones, Oropesa decidió no acudir a ninguna porque eso sería, según sus propias palabras, cooperar con las arbitrariedades del régimen.

"Me acusan de desacato, y si no voy, dicen que entrarán por la fuerza en mi casa", expresó. "Vivo con mi abuela y temo por nuestra seguridad".

Oropesa pidió ayuda a la comunidad internacional para que se exija al régimen de La habana el respeto a los derechos humanos de opositores, activistas y periodistas independientes, muchos de los cuales en estos días previos al desfile del 1º de mayo también han sido retenidos en sus viviendas o amenazados por oficiales del Ministerio del Interior.

"Los cubanos tenemos derecho a pensar diferente, a no ser reprimidos ni encarcelados y ese derecho es lo que estoy defendiendo", finalizó.

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