La Unión Liberal Cubana (ULC) advierte que no es el momento adecuado para aliviar la presión internacional sobre la dictadura comunista, que atraviesa su peor crisis, y deplora la "vuelta atrás" que suponen las doce medidas anunciadas por el Departamento de Estado que -difícilmente- podrán contribuir a la liberación de presos políticos, el respeto a los derechos humanos y el bienestar económico y político en Cuba.
"Dar algo, a cambio de nada, es una torpeza que se acaba pagando y no es correcto implementar estas medidas unilateralmente, sin exigir alguna cesión al régimen castrista, como la liberación de los detenidos y presos tras el 11-J", subraya la ULC, en un comunicado difundido este miércoles, en La Habana, Madrid y Miami.
El gobierno cubano respondió al anuncio de la administración Biden con la promulgación de un nuevo Código Penal, que supone una grave afrenta a los derechos humanos, constata la ULC que, pese a la advertencia de Washington de que su política hacia Cuba no cambia, al menos en su orientación estratégica, consideró que "no hay razón alguna para ello", pues el régimen acaba de promulgar un nuevo Código Penal, que supone una grave afrenta contra los derechos humanos; aunque reconoció que Estados Unidos siempre ha apoyado los esfuerzos de los demócratas cubanos.
El gobierno norteamericano justifica su nueva postura en el objetivo de “continuar dando apoyo al pueblo cubano", pero la ULC sostiene que las doce medidas llegan en el peor momento para el régimen castrista, en los últimos años, evidenciado en su debilidad política, económica y financiera, en buena medida gracias a la política anterior, pero la represión no baja, al contrario, aumenta, como se pudo comprobar tras el 11-J.
No resulta fácil identificar espacios en Cuba en los que no intervenga el régimen comunista, y en los que la sociedad pueda funcionar de forma independiente del poder político., porque la telaraña castrista, que impide a los cubanos ser libres, sigue intacta, después de más de 60 años, advirtió la ULC.
Algunas medidas anunciadas por el Departamento de Estado son positivas y merecen ser bien recibidas; por ejemplo, el anuncio de que va a volver a comenzar el programa de Reunificación Familiar, es una buena noticia, aunque genera dudas sobre su correcta implementación, contrasta la organización opositora, presidida por el economista Elías Amor Bravo.
La recuperación de los viajes de ciudadanos de Estados Unidos a Cuba para que aumenten los contactos con el pueblo cubano, las reuniones y la realización de estudios de investigación son "ayudas encubiertas" al régimen, lamenta la Unión Liberal Cubana, que valora como positiva la apuesta de de Estados Unidos por los emigración ordenada, aumentando los servicios consulares y de visas, lo que debería acallar los portavoces en La Habana que se pasan el tiempo atacando al vecino del norte de provocar emigración irregular.
Sobre el anuncio realizado por el Departamento de Estado de animar el crecimiento del sector privado en Cuba, apoyar un mayor acceso a servicios de internet de Estados Unidos, aplicaciones y plataformas de e-comercio, son iniciativas que deben manejarse con prudencia para evitar beneficiar a las mipymes que el régimen está creando, para saltar la vigilancia que existe hacia el conglomerado empresarial estatal.
La ULC califica de acierto que Estados Unidos estudie cómo apoyar a las empresas de actores privados y de cubanos, que luchan por abrir espacios ajenos a la opresión comunista, pero advierte que conviene tener en cuenta que ya se ha intentado antes, con los trabajadores por cuenta propia y, al final, la última palabra la tiene el régimen, siempre dispuesto a frenar la actividad económica de todo aquello que no esté bajo su control político.
Estados Unidos debe tener la máxima cautela al intentar abrir nuevas vías para los pagos electrónicos y para las actividades de empresas norteamericanas con empresarios independientes cubanos, incluyendo aumento a las microfinanzas y el comercio, recomendó la ULC, mostrando su preocupación por la "insensata" eliminación al límite de las remesas familiares pueda enriquecer a violadores de derechos humanos.
La estimación anual de remesas familiares ronda los 6.000 millones de dólares, una cuantía que podría multiplicarse por dos a corto plazo, beneficiando al régimen con más divisas, subraya el comunicado, que considera la medida "beneficiosa" para el régimen, que se apropia de la mayor parte del dinero que entra y entrará a Cuba.
¿Cuál es el paso siguiente? ¿Préstamos bancarios en USA? ¿Acceso al FMI? ¿Al Banco Mundial? ¿Integración en NAFTA?, concluye la nota de la Unión Liberal Cubana, que recuerda que la lucha por la libertad y la democracia depende de la firmeza y determinación en los objetivos, pero también en los instrumentos.
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