La presidenta de la FEU de la Universidad de Camagüey fue reelegida en su cargo en unas elecciones celebradas apenas dos días después de que los estudiantes becados del centro protagonizaran una protesta masiva por los prolongados apagones.
Laura María Bacallao Padrón ha salido indemne del suceso, que disparó las alarmas de las autoridades y motivó que funcionarios del gobierno y agentes de la Seguridad del Estado acudieran al lugar.
La Universidad de Camagüey "Ignacio Agramonte Loynaz" efectuó el pasado miércoles el proceso para elegir la dirigencia de la organización juvenil.
Varias fotos tomadas en el plantel y publicadas en las redes sociales insisten en mostrar un ambiente "tranquilo" y "relajado", tras el escándalo que ocurrió noches atrás.
Imágenes de jóvenes contando los votos o participando en competencias deportivas tratan de reflejar que los universitarios camagüeyanos llevan una vida tranquila y reina el buen ánimo en el lugar.
Un panorama muy distinto al del martes, cuando los estudiantes, agobiados por más de 10 horas sin electricidad y por consiguiente sin agua, salieron de sus albergues para expresar su descontento con cacerolazos y a gritos de "¡pongan la corriente, ping*!" y "¡agua y corriente!".
La concentración obligó al vicerrector primero, Julio Madera Quintana, y a otras autoridades de la universidad a acudir al lugar a dialogar con los alumnos.
Al día siguiente, funcionarios del gobierno provincial visitaron la universidad junto a directivos de la empresa eléctrica para "brindar informaciones" a los participantes en la protesta.
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