Doctora cubana teme por sus hijos por filtraciones en su vivienda: "Estoy desesperada, no sé qué hacer"

La doctora cubana Angélica María Ramírez vive en un apartamento en Pinar del Rio que se filtra cada vez que llueve y las autoridades no han resuelto la situación. La madre de dos pequeños teme que las filtraciones comprometan la estructura del inmueble y ocurra una desgracia.

“Ayúdeme, estoy desesperada, no sé qué hacer”, dijo en un mensaje a CiberCuba, en el que aseguró que ha recurrido a diferentes instituciones y funcionarios y todos se lavan las manos. “He hablado hasta con los ministros y no me hacen caso”, lamentó.

Angélica María no es la única perjudicada por las pésimas condiciones constructivas del edificio ubicado en calle 27 de noviembre entre calle Martí y Maceo. De acuerdo con sus declaraciones, son 16 apartamentos y todos tienen filtraciones.

“En el año 2019 pusieron la impermeabilización al techo de mi edificio multifamiliar y en la primera lluvia se filtró. Por todo eso me dirigí al PCC, a vivienda municipal, al gobierno municipal y provincial”, precisó, aunque ninguna de estas instituciones le ofrecieron solución. “Si cada uno me dice que no tienen que ver con nada de eso, es una burla”, denunció.

En aquel momento, cuenta la doctora, la brigada que enviaron -después de varios reclamos de los vecinos- desviaron los recursos y el resultado fue un trabajo mal hecho que ha empeorado la situación. Ahora su casa se moja más que antes.

Según ella, nunca fue un técnico a supervisar el trabajo de los obreros, que se robaban los materiales. “Me prometieron que irían y nunca fueron. Si ellos, sabiendo el desvío de recursos materiales y no hacen nada, significa que ellos lo permiten”, razonó la joven profesional.

“Por todo esto me dirijo a Lucilo Díaz Rodríguez, jefe de atención a la población del Ministerio de la Construcción, y dice que no tiene que nada ver en eso, mandándome de aquí para allá como si fuera un muñeco”, lamentó.

Angélica María trabaja como médico desde su graduación en 2014 y con su salario de poco mas de 3 mil pesos no puede costear la reparación de su vivienda. Lo que ganan ella y su esposo apenas les alcanza para alimentar a su familia.

El inmueble, heredado de sus abuelos, siempre ha tenido problemas con las filtraciones. Recuerda que mucho antes de las reparaciones de 2019, su abuela, que padecía de Alzheimer, se cayó durante la noche y amaneció en un pozo de agua, con los dedos engarrotados por el tiempo que estuvo tendida en el suelo inundado, por lo que requirió ingreso en un hospital.

Ahora, ya con sus abuelos fallecidos y con un niño de 10 meses y una niña de tres años, teme que colapse el techo o que ocurra un cortocircuito como resultado de las lluvias, a las que su casa está más expuesta por tratarse del cuarto y último piso del edificio.

Los daños estructurales son visibles en las fotografías y video que envió la doctora a esta redacción, donde se muestra todo el apartamento anegado y el techo y paredes cuarteados, desde donde corren cascadas de agua, así como instalaciones de plomería corroídas por el óxido.

“Yo no sé qué hacer, tengo dos niños pequeños. Somos una familia que trabajamos sanamente en Cuba y no tenemos ni para comprar un rollo de manto para ponerle al techo. Cuando el edificio se caiga -porque lleva más de 30 años sin reparación ninguna- no quiero luto como en el hotel Saratoga porque se pude evitar”, sentenció.

Son frecuentes las denuncias de cubanos que viven en condiciones deplorables, los que han sido víctimas de derrumbes y reciben la indiferencia como respuesta por parte de las autoridades, y las cifras oficiales así lo confirman.

Solo a inicios de este mes, un total de 750 viviendas dañadas fue el saldo que dejaron las intensas lluvias asociadas a la tormenta tropical Agatha a su paso por la isla.

Desde entonces a la fecha, más de 200 familias se han reportado como damnificadas por peligro de derrumbes, incendios o desalojos en el país, fundamentalmente en la capital.

Al cierre de 2020 el fondo habitacional en Cuba era de 3,946,747 viviendas. De ellas, el 63 por ciento se encontraba en buen estado técnico (2,493,894), mientras que el 37 por ciento restante (1,452,852) fue calificado de regular y malo.

En octubre de 2021, un informe de la Asamblea Nacional del Poder Popular concluyó que el país mostraba una tendencia al decrecimiento e incumplimiento del plan estatal y los subsidios de edificación de hogares.

El documento, resultado de una fiscalización al Ministerio de la Construcción, resaltaba la insatisfacción de la población con el Programa de la Vivienda por morosidad en los trámites, pérdida de recursos materiales, subsidios sin terminar de años anteriores y recursos financieros inmovilizados en los bancos por ese concepto.