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Se agrava estado de salud del preso político Andy García en campamento de trabajo

El joven sufrió un cuadro de diarreas y vómitos constantes por el que tuvo que ser ingresado. Su familia denuncia que los médicos y autoridades penitenciarias han mostrado indiferencia ante su estado de salud.

Andy García Lorenzo © Captura de video Twitter / Saily González
Andy García Lorenzo Foto © Captura de video Twitter / Saily González

Este artículo es de hace 1 año

La familia del preso político del 11J Andy García denunció que el joven se encuentra mal de salud y aislado en la enfermería del campamento de trabajo forzado del Yabú, en Villa Clara.

Su hermana Roxana García Lorenzo explicó este miércoles en un post de Facebook que, luego de 6 días sin tener noticias de su hermano, pudieron conocer por otras vías sobre su situación.

“Solo sabemos que debido a una ingesta ha tenido vómitos, estamos desesperados sin saber cómo está y cuál es su condición exactamente. Todo lo que le ocurra es responsabilidad de la seguridad del estado y de los oficiales del centro penitenciario dónde se encuentra, todo parte de que él es inocente y no debería estar en ese lugar, con pésima alimentación, comida en malas condiciones y echadas a perder”, denunció la joven.

En una directa posterior, García informó que finalmente pudo hablar por teléfono con su hermano quien les explicó sobre la crítica situación de salud por la que atraviesa desde el pasado 13 de agosto.

“En el horario de almuerzo estaba comiendo y se atoró, no sé sabe bien qué fue lo que le sucedió, pero se puso mal de salud. La cuestión es que desde ese día mi hermano tuvo más de seis vómitos y seis diarreas consecutivas en menos de media hora. Los reclusos de su destacamento empezaron a gritar para que los guardias vinieran a socorrerlo, pero no les hicieron caso. Se demoraron más de dos horas en llevarlo para el hospital”, relata.

La hermana de Andy García cuenta que mientras su hermano estaba muy mal de salud, en ningún momento la familia fue informada por las autoridades ni estuvo al tanto de la gravedad del asunto.

“Hace dos días fue nuevamente trasladado desde el hospital hacia el campamento y esos son los días que lleva sin comer, no porque esté plantado ni nada, sino porque la dieta que le mandaron no la tiene allá adentro”, contó.

La joven activista denuncia además que las autoridades penitenciarias no permiten a la familia llevarle medicamentos ni la comida que debe comer según indicación de los médicos al peso político. Además, asegura que los médicos y oficiales del campamento no se han preocupado por su estado de salud ni han intentado ayudarlo, y solo ha recibido la asistencia de algunos reclusos, quienes, por esto, corren el riesgo de que los trasladen de campamento.

“No se crean que nos vamos a quedar de brazos cruzados, mi hermano tiene detrás una familia que responde por él. Lo que le pase a mi hermano tendrá para ustedes un costo político. Y no nos vamos a callar. Corrió riesgo su vida y no fueron capaz de atenderlo mínimamente”, declaró la joven dirigiéndose a las autoridades cubanas.

A finales de julio, Andy García Lorenzo fue trasladado al campamento de trabajo del Yabú del campamento El Soler. Sus familiares no fueron en un primer momento informados sobre su nuevo paradero.

El joven santaclareño cumple una condena de cuatro años de privación de libertad por su participación en el estallido antigubernamental del 11 de julio de 2021, que fue modificada a régimen abierto desde el pasado 31 de mayo.

En la prisión de Guajamal, donde cumplió la primera parte de su condena, Andy fue víctima de arbitrariedades y episodios violentos. Roxana afirmó que incluso tuvo un altercado con un oficial del campamento que se le acercó en varias ocasiones para hablar mal de ella, por lo que como protesta se negó a trabajar la tierra y a comunicarse por vía telefónica con sus seres queridos durante los próximos dos meses.

La familia del preso político ha sido constante en sus denuncias en redes sociales a favor de la libertad del joven y de todos los presos políticos, por lo que se han convertido en blanco frecuente del hostigamiento y el acoso de la Seguridad del Estado.

El 14 de julio último, el local de trabajo de Roxana y su esposo Jonatan López fue vandalizado por agentes de la policía política. “Este es el humilde local donde trabajamos Roxana García Lorenzo y yo, una vez más ha sido ensuciado por los puercos de la granja, por personas sin escrúpulos directamente orientados por la Seguridad del Estado de este país, porque nadie más se atrevería a hacer un acto tan bajo como este a una familia tan honrada”, advirtió López desde su perfil en Facebook.

Ese mismo día, fueron víctimas de un robo y otro acto vandálico en la vivienda de unos amigos donde se estaban quedando. “No sabemos cómo se llevaron la luz porque realmente desde la reja hay demasiada distancia como para meter la mano, y nosotros sospechamos que las llaves de esta casa las tenga la Seguridad del Estado, porque cada vez que nos detienen ellos tienen esas llaves por horas y horas y es muy fácil hacerles copia”, aclaró López al respecto.

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