Conocido por filmes como Zafiros, locura azul y Tiempo de amar, el popular actor Sirio Soto compartió detalles sobre su vida desde su llegada a México y recordó los años en la televisión y el cine cubanos.
Después del rodaje de la historia de la icónica agrupación musical cubana Los Zafiros, habiéndose ubicado en un punto álgido de su carrera como actor, Soto decidió salir de Cuba con su esposa y establecerse en México, donde debió abrirse camino paulatinamente y pasando dificultades propias de un migrante recién arribado a un país, relató en una entrevista ofrecida en el popular programa La casa de Maka.
Para ese momento, el actor se había consolidado en la escena cubana entre las principales figuras del cine y la televisión, donde fue relevante su actuación en la serie policíaca Día y Noche. También había escrito algunos guiones.
En el programa que conduce María Karla Rivero, en el canal Tu Miami TV, Soto hizo públicos algunos detalles sobre su salida de Cuba en 1999, que coincidió con el embarazo de su esposa, precisó, lo cual lo llevó a reflexionar sobre la responsabilidad de formar una familia.
Las condiciones del viaje no fueron las idóneas, dijo. Con un embarazo ya avanzado, su esposa debió simular ser una persona con sobrepeso para burlar las restricciones que le impidieran salir de Cuba por su estado.
A su llegada a México, donde tenía previstos algunos contratos que no resultaron, debió abrirse camino como pudo.
Un contrato con TV Azteca para una novela que había escrito se vio frustrado. “Las cosas cuando no van a ser, no son, y tuvimos que luchar. Pasamos ahí lo que pasa casi todo migrante donde sea”, declaró en la entrevista.
Luego logró empezar a trabajar detrás de cámaras, pasó por varios puestos en el medio audiovisual y contó que en ocasiones se quedaba a dormir en el trabajo, pero fue saliendo adelante. En medio de todo aprendió a dirigir, incluso fue a Los Ángeles a producir, pero no volvió a actuar.
"Para un actor es muy difícil dejar de salir en las cámaras", asumió Soto, pero confesó que se sentía una persona afortunada.
El artista cubano habló de sus inicios en el mundo de la televisión, que se dio desde muy temprana edad.
Sus primeros recuerdos, evocó, estuvieron ligados a la labor de su padre, Sirio Soto, productor, director y fundador de la televisión en Cuba, a quien observaba fungir como director desde una cabina.
Su tío Héctor de Soto, otra figura importante de los medios en Cuba, fue locutor de Radio Reloj y uno de los dos que se hallaban transmitiendo cuando se produjo el ataque a esa emisora y el asalto al Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957.
Al evocar sus primeras actuaciones en teatro y televisión, sacó a la luz anécdotas enlazadas con su debut actoral, especialmente en la serie En la frontera y en una obra de teatro transmitida en vivo en la televisión, La quincalla, que bautizó como su “primera experiencia de fuego”.
No olvidó nombrar a grandes amigos que hizo en sus años de actuación, especialmente Alberto Pujol, con quien mantuvo una estrecha amistad desde el inicio.
"Tuve la oportunidad de trabajar en la televisión con varios amigos cuando se hizo Tiempo de amar, con Carlos Cruz y Mauricio Rentería, pero el grupo que se logró reunir para Zafiros, locura azul fue único y la atmósfera que se generó, la alegría de ellos estaba ahí con nosotros", reveló Soto.
Ahora, desde México, agradece a su esposa y su hija, de la que está orgulloso. Cuenta que le va bien en la vida y se siente un "tipo afortunado".
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