El juicio del actor mexicano Pablo Lyle, acusado del homicidio de un cubano en Miami en 2019, comenzará el 20 de septiembre.
Luego de varios retrasos debidos, fundamentalmente, a la pandemia de coronavirus, el actor se enfrentará a la justicia por haber agredido en 2019 al cubano Juan Ricardo Hernández, de 63 años, informó Yahoo News.
El juicio iniciará con la selección del jurado, que podrá durar entre dos y tres días y continuará con la presentación de los argumentos de apertura por la Fiscalía y la defensa.
Se prevé que el proceso judicial tenga una duración de cinco días, aunque puede haber variaciones, según la información del medio de noticias.
Lyle golpeó a Hernández en abril de 2019, luego de que este lo interceptara en su trayecto al aeropuerto de Miami para recriminarle por una maniobra que el mexicano había hecho con su auto.
De camino a tomar su vuelo hacia México, el actor fue detenido a causa de la agresión, por la cual pagó una fianza de 5,000 dólares. La víctima murió a los cuatro días por una hemorragia cerebral después de haber quedado inconsciente.
A causa del deceso de la víctima del ataque, la acusación contra el actor pasó a “homicidio involuntario”, por lo cual podría enfrentar hasta 15 años de prisión, aunque Lyle ha sostenido de forma reiterada que actuó en defensa propia.
"Pablo quería proteger a su familia y temía que Hernández tuviera un arma en su auto (...) Solo le pegó una vez, no usó una piedra ni le pegó repetidamente", aseguró en una audiencia el abogado del actor.
La pareja del fallecido continúa pidiendo justicia años después de su muerte, pero varias postergaciones impidieron la celebración del juicio.
Solicitudes de aplazamiento por la defensa del acusado sumaron más demora a un proceso que debió pararse en medio de la pandemia.
Finalmente, en una audiencia celebrada en agosto, de forma virtual y presencial, la jueza de la corte del Onceno Distrito de Florida, Marisa Tinkler Méndez, anunció que el juicio se celebraría en septiembre.
Desde que comenzó el proceso judicial en su contra, en 2019, el actor se halla en arresto domiciliario en casa de su hermana en Miami y porta un monitor con localización por GPS en el tobillo, además de que no cuenta con autorización para trabajar en Estados Unidos.
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