La enfermera Ana Caridad González Torres, residente en Camajuaní, Villa Clara, pidió solución para la tupición de aguas albañales que sufre desde hace un mes en su vivienda, poniendo en peligro la vida de sus cinco nietos menores de edad.
Cada vez que usan el baño, sube las aguas negras inundan todo el pasillo que da a la calle de su domicilio, y a pesar de las gestiones nadie se muestra dispuesto a ayudarla.
El gobierno municipal y la dirección de Higiene y Epidemiología en la ciudad le dijeron que para el carro de saneamiento es imposible desatascar la fosa, porque no tienen una manguera adecuada para acometer la limpieza.
"Se nos plantea que no hay solución", dijo la enfermera cubana a través de una carta enviada a la sección Acuse de recibo, del periódico oficialista Juventud Rebelde.
González Torres es internacionalista y tras varios años se convirtió en propietaria del domicilio que se encuentra junto al consultorio médico de la calle Julio López, entre Progreso y General Naya, Camajuaní.
Según explicó, la aguas albañales ponen en peligro también la vida de los pacientes que llegan al centro de salud comunitario.
"Es una situación higiénico-epidemiológica muy grave, si tenemos en cuenta que el consultorio médico de la familia es el primero que tiene que dar el ejemplo en tal sentido. Así no se puede vivir", concluyó.
La ausencia de una respuesta efectiva del gobierno cubano y sus empresas estatales a las demandas de la población son un problema para quienes se enfrentan a la desidia y la burocracia.
En septiembre de este año una mujer residente en Arroyo Naranjo escribió al periodista José Alejandro Rodríguez para quejarse de una tupición que le hace vivir entre aguas negras desde hace al menos cuatro años.
"Llevo todo este tiempo sacando diariamente esa inmundicia con un cubo, y vertiéndola en la esquina. El problema se agrava porque conmigo vive mi mamá, afectada por unas cuantas enfermedades de cuidado", relató la señora.
En Santiago de Cuba los vecinos del reparto Marimón lamentaron el incremento de casos de dengue, mientras los salideros y las aguas albañales permanecen sin solución.
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