Estados Unidos lamentó este martes la politización por parte del régimen cubano del hundimiento de una lancha con 23 migrantes a bordo, tras maniobras de las tropas guardafronteras que resultaron en la muerte de siete personas, entre ellas una niña de dos años.
“Es lamentable que los funcionarios cubanos politizaran este trágico incidente para criticar la política estadounidense”, indicó a CiberCuba un alto funcionario del Departamento de Estado en una declaración que exhortó a las autoridades cubanas a “abordar sus políticas económicas fallidas y poner fin a la represión de sus ciudadanos en el país” si desean poner freno al mayor éxodo migratoria de su historia.
El sábado 29 de octubre, una lancha proveniente de Estados Unidos se adentró en aguas de la localidad de Bahía Honda, Artemisa, para recoger a una veintena de cubanos de tres familias cuyos miembros en Miami organizaron la extracción, según declaró José García, el padre del joven de 27 años Yerandi García Meizoso, fallecido en el suceso.
"Después nos embistió y la partió al medio. (...) Hubo ahogados. Mi niña estaba ahí también. Se ahogó; se dio muchos golpes. Yo también. Mi hermano estaba ahí; mi cuñada, que está embarazada, igual. Todo el mundo recibió golpes", explicó Diana Meizoso, la madre de Elizabeth Meizoso, la niña de dos años que falleció tras la embestida y maniobras de los guardafronteras cubanos.
En la embarcación viajaba una embarazada que este lunes contó que "los guardafronteras golpearon la lancha por atrás y neutralizaron los motores, luego dijeron que nos iban a partir al medio y así mismo fue".
"Nos fueron arriba con todo, a matarnos, ellos no tuvieron compasión ninguna. Todo el mundo les gritaba que había una embarazada y una niña y ellos respondieron que quién nos había mandado a montarnos, que por qué no pensamos las cosas antes de hacerlas", afirmó en declaraciones América TeVe.
El hecho fue descrito por las autoridades cubanas como "el hundimiento de una embarcación que había violado las aguas territoriales de la isla tras una colisión con una lancha guardafronteras".
“Hay una responsabilidad ineludible del gobierno de Estados Unidos en el estímulo a la emigración irregular desde Cuba y el tráfico de personas. La aceptación de quienes arriban, la ley de ajuste y el bloqueo económico incentivan la migración irregular y alimentan a quienes lucran con el tráfico”, dijo por su parte el canciller Bruno Rodríguez Padilla, apenas transcurridas 24 horas del macabro incidente.
El mensaje fue replicado por la prensa oficialista y altos funcionarios del régimen cubano, y generó rechazo entre líderes políticos cubanoamericanos que exigieron responsabilidades a La Habana por lo que consideraron un crimen, así como el cese de contactos sobre temas migratorios de la administración Biden con autoridades cubanas.
“Como hemos articulado en numerosas ocasiones, Estados Unidos seguirá dando prioridad a nuestro apoyo a los derechos humanos y al bienestar político y económico del pueblo cubano. Si desea reducir la migración irregular, el gobierno cubano debe abordar sus políticas económicas fallidas y poner fin a la represión de sus ciudadanos en el país”, indicó este martes el Departamento de Estado, lamentando la politización del incidente por parte del régimen totalitario cubano.
Además, envió su “más sentido pésame” a las familias de las personas fallecidas y aseguró que están “recopilando información” e “investigando” las circunstancias que rodearon “este trágico incidente”, que dejó imágenes de profundo dolor y emociones contenidas entre la multitud que acompañó al cortejo fúnebre de los fallecidos en Bahía Honda.
Además de Elizabeth Meizoso y Yerandi García Meizoso, en el hundimiento provocado por guardafronteras perdieron la vida Aimara Meizoso León, Omar Reyes Valdés, Indira Serrano Cala, Nathali Acosta Lemus e Israel Gómez.
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