Con la inauguración de una tarja en el Parque Félix Valera y un área de exposiciones en la biblioteca local de Westchester el Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio rindió homenaje el pasado sábado al fallecido poeta y expreso político Ángel Cuadra.
En el homenaje al poeta, que murió en febrero de 2021, a los 89 años, en el hospital Jackson Memorial de Miami, participaron su viuda Teresa Vales y Javier Souto, comisionado del Distrito 10 del condado Miami-Dade, informó Radio Televisión Martí.
En el acto de inauguración de la tarja tomaron la palabra, entre otros, el escritor Jose A. Albertini, quien repasó los paralelismos entre Cuadra y el héroe nacional cubano José Martí, y Luis de la Paz, actual presidente del Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio, quien repasó la trayectoria del luchador por la democracia y la vigencia de su obra.
También intervino Ángel de Fana, compañero de prisión de Cuadra, quien recordó su etapa como plantados y su trasiego por varias mazmorras del régimen.
El director del Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo, Pedro Corzo, consideró, durante otra de las intervenciones, que Cuadra “es el ejemplo del intelectual comprometido”.
Las palabras de clausura del acto estuvieron a cargo del comisionado Souto.
Por su parte, la exposición incluye efectos personales, fotos, reconocimientos, premios y diplomas recibidos que pertenecieron al poeta.
Ángel Cuadra nació en 1931 en La Habana. Influenciado por las ideas de su madre, miembro del Auténtico Partido Revolucionario Cubano, se opuso al Gobierno de Fulgencio Batista desde sus inicios en la Universidad de La Habana, donde cursaba la carrera de Derecho.
Es uno de los fundadores del Grupo Literario Renuevo en 1957, al que describió como “la apertura a todo joven de aquella generación en ciernes”.
Tras graduarse de la Universidad ejerció como abogado hasta que en 1967 fue detenido y acusado por conspirar contra el Gobierno de Fidel Castro. Las autoridades lo sancionaron a 15 años de prisión.
Cuadra declaró en una entrevista que conserva Memory of Nations que el tiempo en la cárcel sirvió para crear poesía, que sacaba de manera clandestina violando las restricciones del sistema penitenciario.
“El proceso fue tan interesante que muchos hombres que nunca habían pensado ni en pintar un cuadro, ni escribir un poema, en la cárcel, como una forma de canalización de la angustia, empezaron a escribir. Y se hicieron poetas”, confesó.
Tras ser liberado, viajó a Suecia y Alemania, los países que más habían abogado por su caso. En 1985 emigró a Estados Unidos, donde se reunió con su familia.
Fue uno de los fundadores, en 1997, del PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio y en 2017 ganó el Premio Nacional de Literatura Independiente de Cuba.
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