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Gobernador de Texas envía autobús con migrantes cubanos a Filadelfia

Viajaron por 40 horas junto a migrantes de Colombia y República Dominicana.

Migrantes detenidos en Texas (imagen de referencia) © Twitter/ USBPChiefDRT
Migrantes detenidos en Texas (imagen de referencia) Foto © Twitter/ USBPChiefDRT

Este artículo es de hace 1 año

El gobernador de Texas, Greg Abbott, envió a Filadelfia un autobús con migrantes cubanos, junto a otros de Colombia y República Dominicana, según reportes de medios estadounidenses.

Los migrantes cubanos llegaron este miércoles a la ciudad de Filadelfia, tras un recorrido de 40 horas por carretera, señaló un reporte de Univisión.

El grupo de 28 personas, incluida una menor de 10 años, fue recibido por activistas de organizaciones proinmigrantes, quienes brindaron alimentos, agua, alojamiento temporal y otros servicios a los recién llegados.

Según Univisión, la menor llegó con síntomas de deshidratación y fiebre alta, por lo que fue trasladada a un hospital para recibir atención médica.

“En general, la gente se siente aliviada. Queremos que sepan que tienen un hogar aquí”, dijo Helen Gym, quien es integrante del Concejo Municipal de Filadelfia, luego de acompañar a varios de los migrantes a una estancia donde evaluarán sus necesidades.

Gym también confirmó el estado de deshidratación en el que llegó la menor a esa ciudad, y comentó que “es uno de los aspectos más inhumanos que hayan puesto a una niña que estaba deshidratada y con fiebre, una fiebre muy alta en el autobús. Es una situación terrible”.

El gobernador de Texas invocó este martes la Constitución estadounidense para declarar invasión por la frontera sur y tomar medidas "sin precedentes" para detener el flujo de migrantes.

"Invoqué las Cláusulas de Invasión de las Constituciones de EE.UU. y Texas para autorizar completamente a Texas a tomar medidas sin precedentes para defender a nuestro estado contra una invasión", dijo en Twitter.

"Estoy usando esa autoridad constitucional y otras autorizaciones y órdenes ejecutivas para mantener seguros a nuestro estado y país", subrayó Abbott, quien fue reelecto el pasado 8 de noviembre para un tercer mandato como gobernador de Texas.

Entre las medidas que recrudecerá con base en la Constitución anunció el despliegue de la Guardia Nacional para frenar y retornar a los inmigrantes que intenten cruzar la frontera de forma ilegal.

Desplegar a las fuerzas de Seguridad Pública para apoyar a la Guardia Nacional y detener a los indocumentados por actividad criminal, además de actuar contra quienes realicen actividades criminales (como el tráfico de personas) en la zona limítrofe con México.

Asimismo, construir un muro en varios condados fronterizos, desplegar barcos armados en el río Bravo para asegurar la zona y detener los cruces ilegales, y designar a los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones criminales foráneas.

También realizar alianzas con otros estados de la frontera para mejorar la vigilancia, y acuerdos con los gobiernos extranjeros involucrados en la crisis migratoria que enfrenta el sur de EE.UU, así como proveer recursos para que los condados fronterizos aumenten sus esfuerzos para responder a la invasión de migrantes en la frontera.

La política antiinmigrante de Abbott ha contemplado el envío de autobuses cargados de migrantes a los estados demócratas, construir alambradas en el río Bravo e implementar medidas de devolución a México de varios migrantes, incluidos los venezolanos.

A mediados de septiembre, Abbott envió dos autobuses con migrantes hasta casi el domicilio en Washington de la vicepresidenta Kamala Harris, tras haber enviado por esas fechas decenas de autobuses hacia Washington, D.C., Nueva York y Chicago.

Los migrantes, oriundos de Venezuela, Uruguay, Colombia y México, salieron desde Del Río, Texas, y llegaron hasta cerca de la residencia de la vicepresidenta de EE.UU.

"La inacción del presidente Biden en nuestra frontera sur sigue poniendo en riesgo la vida de los tejanos -y de los estadounidenses- y está agobiando a nuestras comunidades. (...) Para seguir proporcionando un alivio muy necesario a nuestras pequeñas ciudades fronterizas invadidas, Chicago se unirá a otras ciudades santuario como Washington, D.C. y la ciudad de Nueva York como un lugar de entrega adicional", afirmó entonces Abbott sobre su decisión de enviar migrantes a otras ciudades.

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