Cerdos criollos y gallinas rústicas como solución a la falta de alimentos en Holguín

Productores de Holguín recurren a la cría de cerdos criollos y gallinas rústicas como solución a la falta de alimentos en el país.

En la unidad productiva Rafael Freyre se han obtenido más de 60 cerdos de capa oscura a partir 10 reproductoras enviadas desde Mayabeque y tres sementales criollos puros, pues no acarrean gastos de importación porque se alimentan con yuca y plantas “proteicas”, trascendió en una nota del medio oficialista Juventud Rebelde.

Esta variedad de cerdos, resistentes a enfermedades y consumidores de productos alternativos, tributan al autoabastecimiento local en medio de la crisis de alimentación que vive el país, pues estas especies se venden a campesinos y personas naturales.

“Desde de noviembre iniciamos las ventas de los de capa oscura. Acá les sacamos provecho a las 20 hectáreas de tierra destinadas a cultivos varios. Los alimentamos con yuca y plantas proteicas (el 100 por ciento de la masa adulta consume un kilo diario de estas)”, esclareció la nota.

En esa localidad aspiran a llegar a 80 reproductoras con la construcción de corrales rústicos pues estos cerdos no requieren de áreas especializadas y se adaptan a espacios de todo tipo.

También recurren a la crianza de gallinas semirrústicas (un cruce “refinado”, entre la criolla y el Rhode Island Red, pollo doméstico estadounidense), que son alimentadas con caña, yuca y millo molidos y les proporcionan un pienso totalmente elaborado en la unidad Camilo Cienfuegos.

Anteriormente, se utilizaba la gallina Leghorn, “que aporta el huevo comercial o blanco y se emplea de forma convencional porque convierte fácil la comida, pero necesita de muchos requerimientos alimenticios, a partir de materias primas importadas”, indicó el texto.

En cambio, las semirrústicas, también llamadas “sierritas”, aunque ponen huevos con menor intensidad, aceptan comidas alternativas (hierbas, insectos, materias minerales y otros alimentos como leucaena, frijoles gandul y soya, maíz).

“Lo que se quiere es obtener huevos a partir de la crianza de estas en distintos espacios, apelando a alimentos disponibles”, apuntó el texto, agregando que su potencial es de 190 huevos anuales y en condiciones de patio aporta unos 140.

Además, su carne también se comercializaría porque llegan a pesar unos dos kilos, con alimento suficiente y en edad adulta, por lo tanto, resultan más productivas que la gallina típica de los campesinos, insistió el medio oficialista.

En un contexto donde ha decrecido considerablemente la producción de carne, la implementación de estas alternativas del cerdo de capa oscura y de gallinas semirrústicas sería la única alternativa posible para la adquisición de productos cárnicos pues se trata de variedades que no requieren de alimentos importados.

En varios territorios donde la producción porcina se situó por debajo del plan, se ha optado por los cerdos criollos que pueden andar libremente por el campo y ser alimentados con ingredientes locales.

También el pastoreo de gallinas rústicas ha constituido la salida para la escasez de huevo y carne. Su alimentación a base de sorgo, morera, girasol, guayaba, entre otras plantas, permite que sea fácil la crianza de estas aves para intentar salvar el déficit de huevo en la isla.