Familiares y amigos asistieron en la mañana de este sábado al funeral de Banner Vidal, el joven de origen cubano que fue asesinado a inicios de semana por la expareja de su novia en North Bay Villlage, en Miami-Dade.
“Era el mejor tipo”, dijo entre lágrimas en declaraciones a Telemundo 51 uno de sus amigos más cercanos, quien precisó que el joven estaba superfeliz de haberse mudado con su novia y muy emocionado de empezar una vida juntos.
“Era un muchacho serio y trabajador que estaba enfocado en su negocio de drones”, comentó otro de sus allegados en referencia al trabajo de Banner, que se dedicaba profesionalmente a la filmación y edición de videos con drones.
“Él tenía mucha energía y tenía mucho empuje para moverse adelante con los planes que tenía”, comentó Xaviel Llanera, quien dijo conocerlo desde los tiempos de la escuela secundaria. Todos los entrevistados coincidieron en que lo extrañarán mucho.
Del enorme aprecio que le tenían muchas personas da cuenta una petición abierta por su familia en la plataforma de recaudación GoFundMe que en apenas 48 horas ha recaudado más de 14 mil dólares.
La petición precisa que además de “ayudar a aliviar el costo de los gastos de su entierro”, la madre de la víctima, Belkys Quintero, desea usar una parte para “obtener asesoría legal para buscar la sentencia máxima en Florida”.
José Araníbar-Camacho, de 41 años, está acusado de disparar y matar en la mañana del pasado lunes a Banner Vidal en un apartamento de la ciudad de North Bay Village, y de herir a Brittany Springmyer, quien permanece ingresada en condición crítica en el hospital Jackson Memorial.
Araníbar-Camacho tiene una niña de apenas dos años con Brittany. La menor fue testigo del trágico incidente, aunque no resultó herida. Tras cometer el crimen, el agresor fue encontrado, todavía armado, en las inmediaciones de la vivienda.
Según el informe policial, Araníbar-Camacho esperó durante dos horas en su vehículo antes de cometer el crimen. Finalmente entró al apartamento y efectuó 16 disparos, al menos dos de ellos acabaron con la vida de Banner y otros dos hirieron a Brittany.
El atacante preparó el crimen con anticipación e incluso compró un torniquete y gasas para usarlas en caso de resultar herido durante un presunto intercambio de disparos. Además, dejó escrita una nota a mano revelando detalles de su plan y pidiendo disculpas a su familia.
La policía indicó que Araníbar-Camacho dijo a los detectives que estaba disgustado con la separación de la madre de su hija y celoso porque Springmyer había encontrado una nueva pareja y se habían mudado juntos.
El hombre fue acusado de asesinato en primer grado, intento de asesinato y negligencia infantil. Permanece en la cárcel sin derecho a fianza.
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