Las autoridades cubanas colocaron un árbol de Navidad en el popular parque Fe del Valle, en Centro Habana, una iniciativa inédita que ha sorprendido a residentes y visitantes en la capital.
!"Cierto! El primer árbol de Navidad público que veo tras 53 años de vida", comentó en su muro de Facebook Jorge Luis Michelena, locutor, guionista y director de programas de radio, quien compartió fotos del lugar.
Se trata de un pino bastante alto que por las noches se ilumina de rojo y azul, y que fue inaugurado el pasado miércoles alrededor de las 10 pm.
Ubicado en los terrenos de lo que fue la mítica tienda El Encanto y frente a la tienda Variedades Galiano, antiguo Ten Cent, el árbol atrae a numerosas personas deseosas por retratarse o grabarse con teléfonos celulares para luego publicar las imágenes en sus redes sociales.
"Increíble, pero cierto, arbolito de Navidad en La Habana. Todo un acontecimiento", afirmó Michelena en un video, asombrado ante la novedad de este tipo de decoración en plena vía pública.
Varios internautas se alegraron de la iniciativa que "alegra la vista", y lo vieron como una señal de que las cosas están cambiando en Cuba. Otros mostraron su preocupación por el gasto de electricidad, y no faltó quien apuntó que el cubano necesita cosas más importantes en su vida.
Desde finales de los años 60 el régimen de Fidel Castro prohibió los árboles de Navidad, una tradición que forma parte de los festejos de fin de año en todo el mundo, pero que para los comunistas era un símbolo de la burguesía capitalista.
Pese a la prohibición, muchos en sus casas siguieron secretamente poniendo sus arbolitos en diciembre. Aunque hubo que esperar a los años 90, con la reforma económica para tratar de salir del periodo especial, que el gobierno autorizó su venta nuevamente en las tiendas en divisas.
No fue hasta 1998, con la visita del Papa Juan Pablo II, que el régimen de Fidel Castro accedió a decretar el 25 de diciembre como feriado, una pequeña victoria en la larga lista de prohibiciones a las celebraciones cristianas en Cuba.
Este año, en medio de una grave crisis económica, con una inflación brutal, una escasez de alimentos tal que muchos aún no sepan que pondrán a la mesa el fin de año, y cientos de personas saliendo cada día a buscar su futuro en otro país, los cubanos necesitarán algo más que un árbol con luces para alegrarlos.
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