El régimen iraní sentenció al futbolista Amir Nasr Azadani a 26 años de cárcel, luego de la presión internacional contra una supuesta condena a muerte, que movilizó a los amantes del deporte y a decenas de personalidades en el mundo.
Al joven se le acusa por el supuesto asesinato de tres miembros de las fuerzas de seguridad, colusión para cometer delitos y ser miembro de grupos ilegales que participaron en las manifestaciones que desde septiembre sacuden Irán.
Azadani –que juega como defensa, y militaba en el FC Iranjavan Bushehr de la Liga 3– fue detenido en diciembre en pleno Mundial, y en un principio se dijo que sería condenado a muerte, lo que generó críticas en todo el mundo por parte de asociaciones de futbolistas y organizaciones de derechos humanos.
La sentencia fue dictada este lunes, cuando se supo que otras tres personas sí fueron condenadas a muerte por su participación en las manifestaciones, señaló el diario El País.
Las protestas comenzaron en septiembre a raíz de la polémica muerte de la joven Mahsa Amini bajo custodia policial, tras haber sido arrestada por no llevar correctamente el velo islámico.
Al conocerse que probablemente Azadani fuera condenado a muerte, el sindicato mundial de futbolistas profesionales (FIFPRO), afirmó en un comunicado que estaban "tristes y conmocionados" por la noticia, y denunció que el deportista pagaría el precio máximo por sumarse a las manifestaciones.
La cantante colombiana Shakira también se pronunció en diciembre contra el silencio de la FIFA sobre el caso del iraní durante el Mundial de Qatar y afirmó que "el mundial, la navidad no pueden ser más importantes que la vida humana, los derechos de las mujeres, y aquellas voces que a la fuerza otros quieren silenciar. Hablemos de lo realmente importante o lancemos un grito unidos, mientras tengamos voz".
La fuerte represión policial en Irán ha provocado al menos 500 fallecidos, entre civiles y miembros de las fuerzas de seguridad, y casi 20,000 detenidos.
Por su parte, los tribunales del país han acelerado los juicios contra los arrestados. Decenas de organizaciones, como Amnistía Internacional, han considerado los procesos judiciales como "farsas" e "injustos".
Hasta el momento, 16 personas han sido condenadas a muerte y cuatro de ellas fueron ejecutadas públicamente en la horca en un intento del régimen por escarmentar a la población y frenar la ola de protestas.
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