Multitudinaria procesión de la Virgen de la Candelaria en Matanzas

Una multitudinaria procesión de la Virgen de la Candelaria recorrió este 2 de febrero las calles de Ceiba Mocha, en Matanzas, para venerar a la virgen sincretizada con Oyá, la hermosa y temible diosa yoruba.

Según expuso en Facebook la periodista Yenli Lemus, muchos cubanos viajan desde territorios lejanos hasta Ceiba Mocha, para participar en la marcha donde los fervientes seguidores de la virgen sostienen su efigie sobre los hombros y caminan acompañados del repique de las campanas del templo del poblado.

Este evento religioso y cultural tiene sus raíces en el siglo XVIII y estuvo limitado durante los últimos dos años por la pandemia de coronavirus, según explicó el diario local Girón.

Durante la jornada se realiza una misa y se colocan ofrendas a la deidad que van desde flores hasta velas prendidas para alabar a la también conocida como virgen de las candelas.

"El pueblo acoge equipos de recreación, y vendedores ante cuyas ofertas no faltaron este jueves los criterios de incomodidad debido a los altos precios", dijo ese medio.

La Virgen de la Candelaria es patrona de varias ciudades cubanas, entre ellas, Ceiba Mocha, en Matanzas; Candelaria, en Artemisa; Consolación del Sur, en Pinar del Río; Morón, en Ciego de Ávila; y Wajay, en Boyeros, La Habana.

En su honor, cada 2 de febrero, se bendicen las candelas o velas que se necesitarán durante todo el año en una ceremonia que habla de la importancia de mantener la luz tanto física como espiritual.

Según la tradición católica, en esta fecha se cumplen 40 días después del nacimiento de Jesús (25 de diciembre). Por ello, María y José acudieron al Templo a ofrecer su sacrificio y a presentar al niño.

Allí se encontraba el anciano Simeón, que tenía fama de sabio, quien dijo de Jesús que era “luz para iluminar a las naciones”. Por eso la Iglesia bendice las velas –las candelas– este día.

En Cuba la tradición popular dicta que esa jornada las personas deben cortarse el pelo para que crezca sano y fuerte, con la bendición de la Virgen (María, Madre de Dios).

Es por eso que muchos cubanos devotos ese día acuden a las peluquerías, barberías o sacan las tijeras en casa y se retocan las puntas del cabello, la barba y algunas personas hasta aprovechan y se han la manicura.