Un mes después del peor accidente de autobús reportado en la historia de Panamá, las autoridades de ese país entregaron a familiares los restos de las víctimas cubanas en el siniestro.
La personera del municipio de Gualaca, María Eugenia Batista, informó este jueves que han sido entregados a familiares los restos de inmigrantes cubanos que perdieron la vida en el accidente, reportado el pasado 15 de febrero en esa zona de la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica.
La funcionaria afirmó que ya se entregaron 21 cuerpos de "víctimas de nacionalidades cubana, colombiana, venezolana, ecuatoriana y panameña".
Batista no precisó la cantidad ni identidad de las víctimas cubanas en el siniestro, ocurrido cuando un autobús que trasladaba a un campamento en Chiriquí a 66 inmigrantes procedentes de la Selva del Darién se salió de la carretera y cayó por un barranco.
Por informes anteriores, se sabe que en el ómnibus viajaban dos migrantes de nacionalidad cubana, de sexo femenino.
Desde el pasado viernes la Fiscalía Regional de Gualaca, Chiriquí, inició la entrega de los restos a familiares luego de un largo proceso de reconocimiento. También le fueron entregadas las pertenencias y el dinero recuperados del lugar del accidente, y se les brindó apoyo psicológico, explicó la representante local.
En el accidente perdieron la vida 37 inmigrantes y dos panameños, incluido el chofer del autobús; pero en el vehículo viajaban un total de 68 personas.
Todavía quedan 18 cuerpos en la morgue judicial en el distrito de David, explicó.
Para la entrega de los cadáveres los familiares deben presentar el recibo de pago a una funeraria para la cremación.
Algunas embajadas han apoyado a las familias con el costo de la cremación, otras con una pequeña parte de ese monto y algunas sedes diplomáticas solo han respaldado con los trámites, destacó. Se desconoce el apoyo que ha dado el régimen cubano a los familiares de sus ciudadanos afectados.
Este viernes 17 de marzo el gobierno panameño realizará una ceremonia de entierros solemnes de las víctimas de este suceso en el distrito de David, luego de que el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF) dé por concluida oficialmente la investigación sobre el hecho.
A finales de febrero Panamá informó que la identificación de cuerpos podría tardar debido al estado en que fueron encontradas las víctimas, y pidió ayuda de los gobiernos involucrados para facilitar material genético que ayudara a acelerar el cotejo.
En el ómnibus viajaban los dos conductores panameños, así como 22 migrantes ecuatorianos, 16 haitianos, 11 venezolanos, seis brasileños, cinco colombianos, cuatro africanos –dos de Camerún, uno de Eritrea y uno de Nigeria– y dos cubanos, presuntamente mujeres.
Este es el peor accidente de autobús reportado en la historia del país centroamericano.
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