Los jóvenes cubanos que no nacieron en La Habana pero aspiran a vivir y trabajar en la capital, se las ven negras para encontrar un alquiler al que puedan hacer frente con sus salarios, sobre todo si laboran en el sector estatal.
Los altos precios de las viviendas, en medio de la inflación desenfrenada que sacude al país, sumados a la indefensión legal que padecen los arrendatarios, convierten en una verdadera odisea el vivir alquilado.
Un reportaje de la sección Cuba Joven del portal oficialista Cubadebate revela que casi ningún alquiler baja de 5,000 pesos, a lo cual hay que sumar los altísimos los costos de los alimentos, el transporte y la ropa.
"Un mes el alquiler te cuesta un premio y al otro te aumentan mil pesos más como si nada. Siempre es lo mismo, dicen que 'la cosa esta mala' o que 'el dinero no alcanza', pero suben y suben los precios", dijo un joven de Granma que tiene dos trabajos para poder mantenerse en La Habana y mandar algo de dinero a su mamá.
Una pareja contó que están alquilados desde hace cuatro años, y se consideran afortunados porque llevan dos años en el mismo lugar, pagando 5,000 pesos, aunque no viven solos.
"Vivimos siempre con el miedo de que en cualquier momento se cansen de alquilar o que te digan que necesitamos pagar más. Eso sería imposible por nuestros salarios, porque ambos trabajamos para el sector estatal. De hecho, 5,000 es mucho más que mi salario", precisó la mujer.
Otro entrevistado, natural de Mayabeque, relató que en el 2020 trabajaba en un café privado y ganaba 100 CUC semanal, con lo cual se alquilaba, vivía y hasta guardaba dinero.
Todo cambió con la pandemia y el reordenamiento monetario, y aunque ahora tiene un nuevo empleo en La Habana que le permite pagar 10,000 pesos por un alquiler, no es como antes.
"Es bien complicado, porque ni siquiera puedo guardar dinero. Suerte que trabajo en el sector no estatal y lo puedo pagar con el salario", comentó.
Según Cubadebate, en el portal online Revolico los precios de viviendas en La Habana oscilan entre 5,000 pesos mensuales (en municipios como Guanabacoa), 20,000 pesos en Centro Habana o 300 USD en Playa.
El precio de los alquileres sube a la par que aumenta el costo de los alimentos y productos de primera necesidad, mientras los salarios y pensiones siguen inmóviles.
Otro problema es que la mayoría de los que se dedican al alquiler por tiempo indefinido no declaran su actividad al Estado para evadir impuestos, lo cual priva a los que alquilan de sus derechos: los tratan con arbitrariedad, o los sacan antes de tiempo pactado porque tienen una oferta mejor, e incluso muchas casas no cuentan con las condiciones constructivas o de higiene que exige la ley.
Con la política de reordenamiento monetario que entró en vigor en enero de 2021, el gobierno cubano fijó el salario mínimo en 2,100 pesos (CUP), mientras que las pensiones oscilan entre los 1,528 y 1733 CUP.
Las cifras se han mantenido invariables, mientras la inflación hace que los precios sean cada vez más altos en un escenario marcado por la escasez de productos y servicios básicos.
Ya desde el mismo 2021 las rentas de apartamentos se vieron afectadas con el reordenamiento y la eliminación del CUC.
En aquel entonces, la plataforma de anuncios clasificados Revolico exhibía precios que iban desde los 4,000 pesos mensuales por un apartamento de un cuarto cerca de la céntrica calle de Infanta, en La Habana, con aire acondicionado y teléfono, hasta los 7,000 pesos por otro apartamento similar situado en el barrio de El Vedado.
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