Expocuba, el mayor centro expositor de Cuba, padece un avanzado deterioro en todas sus instalaciones, con sus pabellones y locales gastronómicos cerrados, y el parque de diversiones con la mayoría de los aparatos rotos.
Un reportaje de la agencia independiente CubaNet describe lo que se encontrarán los visitantes que se arriesguen a ir al lugar: suciedad, estructuras metálicas oxidadas, pintura desgastada, cristalería rota y moho en paredes y mostradores.
Idelisa Machado Suárez, técnica en elaboración de alimentos que trabaja en el recinto desde hace 18 años, recordó que en sus mejores tiempos hasta 5,000 personas acudían a pasarse el día en una jornada de sábado o domingo.
En este momento, "hay días que nada más entran 50 personas", dijo.
Otro empleado que prefirió quedar en el anonimato, reveló que los almacenes siguen recibiendo "carnes, bebidas, quesos, helados y todo tipo de cosas que uno cree que ya no existen en el país", muchas de las cuales los administrativos desvían al mercado negro.
"A la venta al público sale muy poco. Días atrás lo único que había para los niños eran africanas, y solo se podían vender dos a cada uno, pero los almacenes tenían huevitos, pastillitas, panqués y galletas dulces. Nadie vio por dónde se fue eso", subrayó.
El parque de diversiones, otrora una de las principales atracciones de Expocuba, muestra ahora una "oferta" de aparatos destruidos sobre todo por la falta de mantenimiento, a lo que se suma su tecnología envejecida.
Un trabajador precisó que algunos equipos necesitan piezas que no existen en el país, como el mecanismo de frenos de la montaña rusa. No obstante, otros pudieran recuperarse, pero están inactivos por falta de gestión.
"Mientras más tiempo pasen rotos, más difícil será arreglarlos. Puedo asegurar que la mayoría ya no tienen solución", recalcó.
El gobierno cubano reconoce la destrucción de la instalación, y ha ordenado a los organismos de la Administración Central del Estado que se responsabilicen con la recuperación de sus pabellones de exposición, totalmente desfasados.
En septiembre pasado, el primer ministro Manuel Marrero Cruz dijo que ante la falta de recursos, había que revitalizar el espacio con medios locales, y abogó por proyectos para mantener la sostenibilidad del centro.
"Hay que buscar la manera de que la familia venga a pasarse el día, que tengamos la oferta gastronómica, entre la privada y la estatal, donde la gente sepa que va a almorzar bien, a un precio justo", dijo Marrero.
El régimen busca crear un circuito de ocio entre Expocuba y los otros tres grandes parques de la ciudad: el Jardín Botánico, el Zoológico y el Parque Lenin.
Para la revitalización de Expocuba, el gobierno busca la participación de organismos estatales y formas económicas privadas, para incorporar nuevos servicios culturales, gastronómicos y recreativos.
"Los recursos son limitados, pero con todas las fuerzas, estatales y privadas, podremos avanzar en el incremento de los servicios para el disfrute de la población", dijo Marrero Cruz en octubre.
Marrero se refirió a las obras de reparación del recinto de cara a la 38 edición de la Feria Internacional de La Habana, que se efectuó en noviembre, y señaló que cuando concluyera el evento comercial, el lugar debía convertirse en "uno de los centros más importantes del país en materia recreativa, cultural, deportiva y gastronómica, en función de toda la población".
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