Un cubano de 61 años que llegó a Estados Unidos en 1980, fue condenado a cadena perpetua por el asesinato del dueño de un bar en 2018 en Houston.
Ángel Luis México mató a tiros a Lamonte Bush, de 42 años, frente a su esposa y su hija de nueve años, a las afueras del club nocturno que poseía en el área de Wayside.
La investigación mostró que México le tendió una emboscada a su víctima el 29 de junio de 2018, sobre las 10:35 pm.
Bush estaba de pie apoyado en la ventana de un automóvil, hablando con su esposa y su niña, cuando el criminal se acercó por detrás y le disparó en la nuca. El padre de familia fue declarado muerto en el lugar.
Ángel Luis México fue condenado esta semana por un jurado del condado de Harris tras un juicio de siete días. En la vista oral, la hija de la víctima, quien al momento del crimen estaba sentada en la parte de atrás del auto de su padre, identificó al asesino.
La juez estatal de distrito Kristin Guiney escuchó el testimonio de varios testigos y del propio acusado antes de dictar la sentencia.
"Esta fue una emboscada violenta y trágica de un padre y un empresario. Hemos trabajado durante cinco años para obtener justicia para la familia de esta víctima, y este fue el resultado correcto", dijo la fiscal del condado, Kim Ogg.
Según explicó a click2houston la fiscal adjunta Amanda Benavides, el homicida sabía que Lamonte había estado involucrado con su hija adulta en el pasado y no lo aprobaba.
"Lamonte era muy conocido y querido en el vecindario, y estaba frente al salón que acababa de abrir unos meses antes", lamentó.
México declaró en el juicio que fue uno de los delincuentes que el dictador Fidel Castro sacó de la cárcel en 1980 y envió a Estados Unidos, uno de los miles de "marielitos", llamados así porque salieron de Cuba por el puerto del Mariel.
Tras su llegada a su nuevo país, desarrolló un amplio récord criminal que empezó en 1981, cuando apuñaló a una mujer en Minnesota y fue enviado a prisión. A los dos años fue condenado por robo en Texas, y en 1987 fue sentenciado a otros 25 años por intento de asesinato capital, al demostrarse que había disparado a oficiales de policía después de robar una tienda.
Una vez en libertad, estuvo preso varias veces por actos violentos hasta asesinar a Lamonte Bush.
"Han sido cinco años muy, muy duros para la familia, especialmente para la hija de la víctima, quien sabía que tendría que testificar", dijo el asistente del fiscal de distrito, Sepi Zimmer.
"Han estado esperando que termine este caso, por lo que están agradecidos con el jurado que revisó diligentemente las pruebas para encontrarlo culpable y con el juez por sentenciarlo a cadena perpetua. Ahora pueden seguir con sus vidas", añadió.
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