La justicia de Estados Unidos acusó a los hijos de “El Chapo” Guzmán por contrabando de fentanilo, una droga sintética que mata cada año más estadounidenses que las guerras de Vietnam, Irak y Afganistán juntas, según reportes de prensa.
La acusación presentada a mediados de abril ante la corte de Manhattan, en el estado de Nueva York, contra Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López, además de otros 23 socios, refiere que “Los Chapitos” establecieron una red de laboratorios para producir cantidades masivas de fentanilo de manera barata e introducirla de contrabando en Estados Unidos, apunta este lunes un cable de la agencia AP.
El caso contra los hijos de narcotraficante mexicano, condenado a cadena perpetua en 2019 en Nueva York, expone el funcionamiento interno de un cártel que experimentó un cambio generacional, "para fabricar el fentanilo más potente y venderlo en Estados Unidos al precio más bajo", refiere la acusación presentada el 14 de abril.
Guzmán López, alias "el Ratón", detenido en México a principios de este año y sobre quien pesa una solicitud de extradición por parte del gobierno de EE. UU, fue el que supuestamente impulsó al cártel hacia el fentanilo.
La acusación contra los hermanos Guzmán Salazar refiere, además, que el cártel realizó algunas pruebas de laboratorio de su producto, pero lleva a cabo pruebas más espeluznantes en seres humanos, con rivales secuestrados o adictos a los que inyectaba hasta que sufrían una sobredosis.
La amplia acusación presentada en Nueva York contra ellos detalla también su afición a alimentar a sus enemigos con sus tigres domésticos y cómo torturaron a dos agentes federales mexicanos, a uno de los cuales le desgarraron los músculos con un sacacorchos y luego le rellenaron los agujeros con chiles antes de dispararle.
El ex jefe de operaciones internacionales de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) ha dicho que donde se elabora el fentanilo “no son superlaboratorios, porque dan a la gente la ilusión de que son como laboratorios farmacéuticos, muy sofisticados. No son más que cubas de metal con paletas de madera o palas para mezclar los productos químicos".
Un solo "cocinero" del cártel puede prensar fentanilo en 100,000 pastillas falsificadas cada día para que los estadounidenses crean que están tomando Xanax, Percocet u Oxicodona, y luego se pasan de contrabando por la frontera, según la acusación, en la que se añade que se obtienen grandes beneficios con esta droga barata, incluso vendiéndola al por mayor a 50 céntimos por pastilla.
Entre agosto de 2021 y agosto del año pasado, más de 107.000 estadounidenses murieron por sobredosis de drogas, la mayoría por opioides sintéticos. El año pasado, la DEA se incautó de más de 57 millones de pastillas falsificadas con fentanilo, argumenta, además, la acusación contra “Los Chapitos”.
Para proteger y ampliar ese negocio, los "Chapitos", como se conoce a sus hijos, han recurrido a una violencia grotesca, según los fiscales.
En este caso, los principales implicados son los hermanos Guzmán Salazar, aunque Guzmán López, alias "el Ratón", tiene otra acusación en el mismo distrito.
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