APP GRATIS

Exrecluso cubano de 56 años vive en las calles tras rechazo de su familia en Holguín

El hombre duerme en los bancos de los parques y sobrevive pidiendo limosnas, pues no encuentra trabajo. Solo tiene un pulóver roto, un short viejo, un bolso que usa de almohada y un cartón como colchón.


Un cubano de 56 años que cometió un delito y cumplió su sanción en la cárcel, vive en las calles de Holguín tras ser rechazado por su familia y no tener ninguna ayuda del gobierno.

Raúl Llerena Moreno sobrevive desde hace seis meses pidiendo limosnas, porque tampoco encuentra trabajo. Sus únicas pertenencias son pulóver roto, un short desteñido, un bolso que le sirve de almohada y un cartón que usa como colchón.

"Unas veces duermo en el piso o en los bancos del Parque San José y otras en el Parque de las Flores de aquí de Holguín. Estoy cerca de los guardias que cuidan las tiendas por la madrugada y me siento protegido. Nadie se mete conmigo. A veces los guardias vienen y se sientan en los bancos porque están cansados de estar tanto tiempo parados. Y yo me acuesto en el piso arriba de un cartón", relató a la agencia CubaNet.

El exrecluso aseguró que quiere trabajar, y ha tratado de conseguir un puesto de custodio, trabajador agrícola en organopónicos o recolector de basura, pero cuando lo ven descalzo, con la ropa rota y se enteran de que estuvo preso, nadie quiere contratarlo.

"Eso es injusto. Yo cumplí mi condena y quiero tener una vida normal", dijo.

Llerena afirmó que Dios lo está ayudando a través de miembros de la Iglesia Pentecostal que socorren a personas como él, que no tienen casa.

"Nos dan un poco de leche; también nos han dado alimentos. Los viernes nos dan una comida buena. En ocasiones nos dan frijoles y arroz", detalló.

"El Gobierno no ayuda a nadie. Yo conozco a varias personas que duermen en la calle igual que yo, que han ido al Gobierno a pedir ayuda y no se la han dado. Ellos tienen la obligación de atendernos, pero nos tienen abandonados. Nos tiran una patá. ¿A qué voy a ir allí? Nos dan excusas y no resuelven nuestros problemas", recalcó.

Son muchos los cubanos que tras extinguir su sanción penal, son rechazados por la sociedad y no tienen una forma digna de seguir con sus vidas.

En julio pasado, CubaNet entrevistó a Tomás Ramos Rodríguez 'El Tigre', un veterano luchador contra el comunismo y el régimen cubano, que lo llevó a prisión en más de una ocasión.

Con 80 años y enfermo de Párkinson, El Tigre vive en Cuba solo y sin dinero. Relató que se siente abandonado y que consigue mantenerse vivo gracias a la ayuda que le brindan "algunos hermanos" que le dan "un dinerito" con el que sobrevive malamente.

A pesar de su soledad y las dificultades que enfrenta para vivir, se siente orgulloso de su pasado como preso político.

"No tengo nada, ni seguro de vida ni chequera. Algunas veces me he quedado sin comer", dijo el anciano en 2019.

En 2021, una pareja de exreclusos residentes en Baracoa, Guantánamo, denunciaron que no lograban encontrar trabajo tras cumplir sus respectivas sentencias en la cárcel.

Ambos vivían en extrema pobreza, incluso sin luz eléctrica, porque no tenían los papeles de la humilde vivienda donde residían.

"He ido varias veces a ver si me encuentran trabajo y nada. Varias veces, incluso, hice los papeles para empezar a estudiar de nuevo (…) y me dijeron que no porque ya tenía niños", denunció la mujer, que fue condenada a un año de cárcel por proxenetismo.

Su esposo, que cumplió igual condena por el delito de receptación, tampoco podía encontrar trabajo tras salir en libertad, y sobrevivía haciendo un trabajo artesanal y algunos encargos para intentar alimentar a su familia.

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada