El gobierno cubano entregó bicicletas a estudiantes y maestros de comunidades rurales del municipio matancero de Unión de Reyes, en medio del déficit de transporte que ha llevado a escuelas de la provincias a cerrar sus puertas por baja asistencia de alumnos.
Según informó al diario local Girón Ariel Luis Surí, jefe provincial de Educación Primaria, esta semana se entregaron 17 bicicletas "pequeñas" a niños de tercero a sexto grado de los centros Abelardo Rodríguez y Reynaldo Montejo, residentes en la zona del "Plan Turquino", de difícil acceso, en el municipio de Unión de Reyes.
Por su parte, se entregaron a los maestros 25 ciclos grandes para que puedan moverse a las escuelas en caso de no poder acceder a otra vía de transportación.
"La donación de bicicletas a estudiantes y docentes que habitan en comunidades rurales con zonas de difícil acceso facilitará la transportación de estos hacia los centros estudiantiles durante el curso que recién comienza", dijo el medio.
Los niños de estas zonas rurales recorren diariamente largas distancias entre sus hogares y las instituciones docentes en diferentes medios de transporte.
Muchas veces el recorrido debe realizarse a pie cuando hay familias que no pueden costear el traslado de los pequeños.
“Para la entrega se hizo una evaluación de conjunto con los consejos de direcciones municipales y los departamentos de primaria de las necesidades y se distribuyeron a partir de un estudio de la densidad de escuelas rurales que teníamos, y de las necesidades más imperiosas para la transportación”, agregó Luis Surí.
También se les concedieron a docentes de municipios pertenecientes al sector rural en la provincia, 25 bicicletas grandes, iniciativa que forma parte de la atención a las zonas rurales que se prioriza desde la dirección del gobierno provincial.
El Plan Turquino, iniciado en 1987, fue un plan del régimen para estimular el desarrollo de las zonas montañosas y de difícil acceso del país.
Actualmente, en medio de la crisis de transporte en que está sumido el país, los habitantes de estas comunidades muchas veces no tienen cómo acceder a otros poblados.
Ante la dificultad de los padres de llevar a sus hijos hasta las escuelas más cercanas a sus comunidades por la falta de un transporte público que garantice a los niños su asistencia a clases, varias escuelas rurales de Matanzas han debido cerrar.
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