Frank del Valle Arrebato: "Estoy sumamente feliz. Vivo tranquilo en la ciudad de Miami"

Frank del Valle Arrebato era un pitcher que impresionaba en su debut en las Series nacionales cubanas, allá por el 2007. De elevada estatura, casi seis pies, dueño de un buen repertorio, zurdo por demás. Hoy me lo encuentro gracias a su primo, el también lanzador zurdo de la capital, Rigoberto Arrebato.

Frank, háblame de aquellas primeras y únicas temporadas en Cuba ¿qué equipo te gustó más, Industriales o Metros? ¿Quiénes te ayudaron?

En las únicas dos temporadas que jugué en Cuba no me fue para nada bien. Fui de un equipo CUBA juvenil directo a un servicio militar, después de haber pasado la previa y fui “premiado” al ser incluido en los Industriales, conjunto que arrastra mucha fanaticada y por ende, le exigen mucho; por ende, no tuve la oportunidad de pitchear lo necesario.

A esto únele que por la falta del entrenamiento requerido, me lesioné el hombro. Contaba con la suerte de tener una familia, una abuela en particular que iba conmigo y con mi primo Rigoberto Arrebato, también lanzador, para todos lados y, aunque no lo creas, por mi abuela me pude recuperar.

¿Tu abuelita era médico?

No. Era, sencillamente, una abuela increíble. Ella me llevaba al Cerro Pelado a darme fisioterapia con un entrenador de pesas, padre de un buen amigo mío.

Al siguiente año me bajaron a los Metros porque mi recuperación no era aún total y ahí comenzó otra odisea para mí: cuando me daban la bola, las cosas no salían bien y siempre me quedé con ese mal sabor que dan las derrotas, los juegos perdidos por mi culpa. Eso lo llevo conmigo: no haber tenido una buena actuación en la pelota cubana.

¿Cómo llegas a SNB, por la pirámide del alto rendimiento, primer entrenador, primer terreno qué pisaste?

Llego a Series Nacionales por mi rendimiento en categorías pequeñas. Mi primer entrenador se llama David y el que me vio por primera vez en un terreno, Guillermo. Mis saludos y respetos para los dos. El primer terreno que pisé era el “Quintín Banderas”, donde jugaba pelota mi papá con sus amigos y él me llevaba a verlo jugar.

Las puertas de la MLB parecían estar abiertas para Frank del Valle Arrebato, un pitcher que causó una gran impresión en las primeras edades y los juveniles y que muy pronto incursionó en el béisbol profesional ¿qué sucedió que no fue así?

Primero te diré que me tiré por el mar hacia México y de ahí crucé para Estados Unidos. Lo hice junto a mi primo y también pitcher zurdo Rigoberto Arrebato.

Todo aquel que sale de Cuba viene con la mentalidad de jugar en la Gran Carpa pero desafortunadamente no todos podemos materializar ese sueño. Ellos tienen divididas sus ligas. Yo empecé con los Cubs de Chicago en la clase rookie (novato) y ese mismo año terminé en clase A fuerte. Te estoy hablando del año 2011.

De ahí jugué 2012 y 2013 en la misma clase A fuerte y, sinceramente, desconozco el motivo del por qué no me subían; ni yo mismo lo sabía porque ahí estaban mis números. Hoy mismo, no lo sé.

Intervine en otras ligas y no me fue mal. Compartí con algunos cubanos que se desempeñaron en las Grandes Ligas, también tengo amigos que siguen en la MLB.

En aquellos momentos jugué con Yadil Mujica, Leslie Anderson, Félix Pérez, Jorge Carlos Soler, entre otros… También lo hice con mi primo Rigoberto Arrebato.

Después, muy joven aún, pasas a México, Canadá, Venezuela, Panamá y Puerto Rico ¿cómo te fue?

Mis temporadas en México no me fueron mal, en la liga de Canadá sí. Afortunadamente levanté en Puerto Rico.

Precisamente, estuve indagando en internet y saqué estos párrafos:

“Al parecer la zona de confort de Frank del Valle está en Puerto Rico. En este invierno… Del Valle ha puesto otra sólida temporada entre relevos cortos y apariciones como abridor. El habanero lanza en total para 2 y 2 y 1.67 promedio de limpias. Sus rivales solo le batean para 219 de average”

¿Por qué no te convertiste en un grande si lo tenías todo?

Mira Julita, no sé cómo responderte porque yo tampoco lo entiendo. Como verás en internet, en la liga boricua viví momentos preciosos, magníficas temporadas, tanto de cerrador como de abridor; sin embargo, ningún scout de las Grandes me ofreció contrato alguno, posibilidad alguna para jugar en la Gran Carpa.

Te estableciste además en Venezuela, Nicaragua y Puerto Rico ¿con qué equipos jugaste en esos países?

En Puerto Rico lo hice con los Cangrejeros de Santurce, en Nicaragua con los Gigantes de Rivas y en Venezuela con los Bravos de Margarita. Siempre me destaqué en esas ligas de invierno. El primer año en Venezuela me fue super bien. Llegué como relevista y terminé siendo el primer abridor. Esto fue en el 2013. También con los Gigantes de Rivas fui el primer lanzador.

A propósito ¿qué lanzabas, a qué velocidad?

Cuando firmé mi velocidad oscilaba las 91 y 93, mantenida; algunas veces tocaba las 94 y 95. En el béisbol de invierno tienes que llegar resolviendo porque el béisbol profesional es complicado. Muchos jugadores, con mucho más talento que yo, están hoy día en sus países trabajando en otra cosa porque el equipo nunca tuvo un plan con ellos. A mí me pasó eso. Conmigo pasó en el Chicago Cubs y por eso quedé fuera en el 2014. O sea, en esa organización estuve desde 2011 hasta el spring trainer del 2014.

He entrevistado a muchos que no consiguieron brillar en la Gran Carpa y son realmente muy felices; tienen lo que necesitan para vivir cómodamente sin que les falte la luz, la comida, un techo, un carro ¿eres tú de esos?

Yo estoy sumamente feliz. Vivo tranquilo en la ciudad de Miami. Soy camionero. Mi familia siempre me apoyó en todo. Gracias a Dios aquí tengo conmigo a mis padres, mi primo, mi tío; tengo familia por parte de padre también. Aquí están mis tres hijos, todos varones: Frankie, 13, Fabián, 11 y Denzel, 9. Vivo con el más pequeño y su mamá, mi esposa Ailen ¿qué más pedirle a la vida?

¿Alguno de tus hijos puede ser tu relevo?

Hasta ahora, Fabián es el deportista, pero no pelotero. Practica fútbol americano.

Valoración del estado de la pelota cubana en la actualidad ¿qué sientes al ver a un cubano triunfar en la MLB?

No me lo tomes a mal pero de la pelota cubana, la verdad es que no tengo nada que opinar porque nunca he sido de ver pelota y eso lo saben todos los que me conocen.

Y por supuesto, me pongo muy contento con los éxitos de mis compatriotas en las Grandes Ligas. Muchas bendiciones para ellos y que sigan demostrando su talento al máximo nivel del béisbol en el mundo.