En varias ocasiones hemos tocado la vida y actualidad de púgiles provenientes de la escuela cubana de boxeo pero esta vez se trata de Brian Mendoza, nacido hace casi tres décadas en Alburquerque, Nuevo México, hijo de la holguinera Lissette y el guantanamero Mariano, quienes siempre le inculcaron el amor a la lejana patria.
Mi padre ama tanto el deporte de los puños que al nacer yo quiso ponerme Oscar de la Hoya que, como sabes fue campeón olímpico de Barcelona 92 y multititular del profesional; sin embargo, no fue hasta los 15 años que mostré mi inclinación hacia este deporte.
Mi primer entrenador fue Adam Archuleta, que me inició en los secretos del arte de dar y no recibir; después pasé 10 años bajo las orientaciones de Fidel Maldonado.
Al igual que otros boxeadores que he entrevistado en Las Vegas, Brian se prepara en estos momentos en Salas Boxing Academy, bajo la mirada del prestigioso técnico Ismael Salas, quien nos habla encomiásticamente de su discípulo, el cual ya ha sabido lo que es ser campeón mundial en el profesionalismo.
Desde hace cinco años entreno con él; siempre anhelé ser su alumno. Aquí se respira disciplina, fraternidad, hay buena vibra. Hay de todo para sentirse bien.
¿Cuál es tu golpe favorito?
Mira, yo tengo pegada; de mis 22 victorias, 16 son por nocaut. Noqueo con las dos manos pero mi golpe favorito es el gancho de derecha.
Nos hablaba muy bien de ti Salas ¿qué título posees?
Soy campeón mundial interino de las 154 libras (super welter). Le gané el 8 de abril de 2023 a Sebastián Fundora, un cubano-mexicano. La pelea fue en Los Ángeles.
Aquí hay cuatro púgiles cubanos que buscan un futuro luminoso además del entrenador Yanier Lescaylle ¿cómo se llevan?
Perfectamente. Interrelacionamos de maravilla. Intercambiamos experiencias, aprendemos los unos de los otros. Yo aprendo rápido. Solo palabras de elogio tengo para ellos y para este gimnasio en general. Aquí soy un cubano más porque además me siento como tal. Es lo que me enseñaron en casa desde que nací.
No quiero dejar de agradecer además a mi preparador físico de aquí de las Vegas, Tony Brady, quien me da la fuerza para poner en práctica lo que diariamente aprendo en Salas Boxing Academy.
¿Planes futuros?
Quiero unificar mi título, o sea, ser campeón de todas las asociaciones del boxeo profesional; me encantaría pelear con el estadounidense Jermell Charlo, quien es el monarca de la IBF, WBA y WBC y con el australiano Tim Tszu que ostenta la corona en la WBO.
Ojalá y mis sueños pueda materializarlos en este recién nacido 2024, cuando aprovecho para desearles a todos las personas, estén donde estén, mucha salud y alegría.
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