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El sistema electroenergético nacional (SEN) volvió a colapsar totalmente en la madrugada de este miércoles a consecuencia de una salida imprevista de la mayor termoeléctrica del país, la matancera Antonio Guiteras.
Así lo comunicó la Empresa Eléctrica de La Habana a través de su canal de Telegram, en el que informó que la desconexión se produjo a las 02:08 horas y que se trabaja en el proceso de restablecimiento.
"A las 02:08 horas de esta madrugada se produjo la desconexión total del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), por disparo de la automática de la CTE Antonio Guiteras de Matanzas. Se trabaja en el proceso de restablecimiento", informó la empresa.
Nuevo colapso del sistema eléctrico en Cuba: La crisis energética se agrava
Este nuevo colapso del SEN, el tercero que tiene lugar en Cuba desde el pasado 18 de octubre, refleja la profunda crisis que atraviesa el sector eléctrico del país. La Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, ubicada en Matanzas, ha sido protagonista recurrente en estos eventos debido a su deterioro estructural y las dificultades para garantizar su mantenimiento adecuado.
La crisis energética en Cuba se ha intensificado desde el pasado mes de octubre, cuando el 18 de ese mes se produjo un apagón general debido a la desconexión total del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), causado por la salida de servicio de la termoeléctrica Antonio Guiteras, la más importante del país. Este evento dejó a toda la isla sin electricidad y provocó un aluvión de críticas en redes sociales, donde los cubanos expresaron su indignación por la falta de soluciones. El propio Miguel Díaz-Canel tuvo que pronunciarse públicamente, prometiendo trabajar sin descanso para resolver la situación.
El colapso del SEN fue reflejado por medios de prensa internacionales, como The New York Times y CNN, que destacaron las graves implicaciones de esta situación en un país ya afectado por una crisis económica y social. Mientras tanto, la población se enfrentó a largos apagones de hasta 20 horas diarias, recurriendo a la compraventa de carbón y largas colas para adquirir gas licuado como alternativas para cocinar. La desesperación por la falta de electricidad llevó incluso a protestas y cacerolazos en varias localidades.
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En las semanas siguientes, la situación continuó deteriorándose. El 21 de octubre se reportaron nuevas afectaciones en Oriente, agravadas por el impacto del huracán Oscar, que dejó severos daños en provincias como Guantánamo y Holguín. A pesar de los esfuerzos gubernamentales por estabilizar el suministro eléctrico, los apagones persistieron y la frustración social creció.
Ya en noviembre, la Unión Eléctrica informó de daños importantes en la infraestructura eléctrica de provincias como Granma, a raíz de fuertes sismos que dejaron a miles de hogares sin electricidad. Además, el 17 de noviembre, el déficit de generación eléctrica superó los 1,400 MW, llevando a apagones prolongados en diversas regiones del país. Este déficit fue atribuido a averías en varias centrales termoeléctricas y a la falta de combustible, problemas que el régimen no logró solucionar de manera eficiente.
El mes de diciembre comenzó con un nuevo apagón masivo que afectó Santiago de Cuba y Guantánamo, dejando sin electricidad a varios municipios por una avería en la línea de 110 kV de la Central Termoeléctrica de Renté. Este incidente, reportado el 2 de diciembre, puso en evidencia la fragilidad del sistema eléctrico nacional y la incapacidad del gobierno para prevenir estos eventos.
La repetición de estos apagones y la falta de respuestas claras han mantenido en vilo a la población cubana, que sigue exigiendo soluciones inmediatas a una crisis energética que parece no tener fin.
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