Agentes de la Guardia Nacional de Texas, encargados de custodiar la frontera de Estados Unidos con México, fueron captados mientras disparaban balas de gomas en contra de migrantes que se encontraban al borde del río Bravo, intentando cruzar hacia territorio estadounidense.
Las imágenes, compartidas por Univisión El Paso, muestran a los agentes disparando cerca de los indocumentados, en un acto notablemente persuasivo y no con el fin de hacer daño a su integridad física.
Además, en el video, todos parecen ser hombres jóvenes y adultos.
Este tipo de acciones han sido defendidas en varias ocasiones por el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien ha argumentando que son parte de la estrategia de seguridad del estado para controlar el cruce ilegal de migrantes.
Abbott ha promovido estrategias agresivas para controlar la frontera sur de Estados Unidos, con medidas controvertidas como la instalación de barreras flotantes en el río Bravo, el despliegue de la Guardia Nacional y la Operación Lone Star, un programa que destina recursos estatales para arrestar y procesar a migrantes por cargos de invasión de propiedad privada.
Estas acciones han sido criticadas tanto a nivel nacional como internacional por su impacto en los derechos humanos y la cooperación binacional con México.
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La crisis migratoria en esta región no es nueva, pero ha escalado en los últimos años debido a un aumento de personas provenientes de países como Cuba, Venezuela, Haití y Centroamérica, quienes huyen de la violencia y las condiciones económicas adversas en sus lugares de origen.
Por otro lado, promesas y declaraciones del presidente electo Donald Trump han reavivado los temores de políticas migratorias más estrictas. Trump ha reiterado su compromiso de implementar políticas migratorias más estrictas una vez asuma el cargo.
Entre sus propuestas destacan la realización de deportaciones masivas, la construcción de más tramos del muro fronterizo y la eliminación de la ciudadanía por derecho de nacimiento para hijos de inmigrantes indocumentados.
Estas medidas han generado preocupación entre defensores de los derechos humanos y comunidades migrantes, quienes temen un aumento en las deportaciones y la separación de familias.
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