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La calidad del café normado en Cuba, un producto esencial en la canasta familiar, ha vuelto al centro del debate público tras un aluvión de críticas de los consumidores, quienes aseguran que el producto “sabe a gofio” y genera problemas digestivos.
Sin embargo, el Gobierno Provincial del Poder Popular en Matanzas publicó en Facebook detalles enviados desde la Empresa Torrefactora de Café de Matanzas, donde insisten en que el producto cumple con los estándares establecidos.
Taymí Pereira López, especialista principal de calidad, declaró al periódico provincial Girón que el café elaborado por esta planta pasa por un riguroso proceso de análisis que incluye pruebas de granulometría, humedad y presión de la colada.
Además, señaló que las 49,7 toneladas producidas en diciembre, complementadas con otras 18 toneladas provenientes de Villa Clara, Sancti Spíritus y La Habana, cumplen con los requisitos para abastecer las 698 bodegas de la provincia de Matanzas.
No obstante, en redes sociales las críticas no cesan. La usuaria Leticia Tejera expresó en Facebook que el café “sabe a gofio quemado” y “produce cuadros digestivos”, debe colarse para eliminar residuos de cáscara y puede llegar a dañar cafeteras.
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También señaló que la calidad del producto ha disminuido con los años y que muchas veces no se cumple con las entregas normadas, especialmente en el interior del país.
Desde la entidad torrefactora reconocen las dificultades operativas. Según explicaron, la calidad del café también se ve afectada por la materia prima disponible y la obsolescencia de los equipos de la planta, que complican los procesos de producción.
Las quejas de los consumidores sobre la calidad y cantidad del café normado se han convertido en un reflejo de los desafíos económicos y sociales del país. Este producto, parte fundamental de la idiosincrasia del cubano, parece estar cada vez más lejos de cumplir con las expectativas de la población.
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