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El gobierno de Estados Unidos reactivó este viernes el Título III de la Ley Helms-Burton y amplió la lista de entidades cubanas restringidas, como parte de una política más firme hacia el régimen anunciada por Donald Trump.
"La administración Trump está restableciendo una política dura hacia Cuba que protege a Estados Unidos y ayuda al pueblo cubano. Hemos mantenido a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo –donde corresponde– y hemos tomado otras medidas. La opresión del régimen cubano contra su pueblo y sus acciones malignas deben terminar", informó el secretario de Estado, Marco Rubio, en su cuenta oficial de X.
El Departamento de Estado emitió asimismo un comunicado donde confirma que este 31 de enero se "aprobó la reactivación del Título III de la Ley Helms-Burton, que permite a los ciudadanos estadounidenses presentar demandas por propiedades confiscadas por el régimen cubano".
"La administración Trump está comprometida en asegurar que los ciudadanos estadounidenses tengan la capacidad de interponer demandas privadas relacionadas con la propiedad traficada que fue confiscada por el régimen cubano", señala el texto.
De acuerdo con esta legislación, EE.UU. también restableció la llamada "Lista Restringida de Cuba", un conjunto de entidades cubanas con las que los ciudadanos estadounidenses no pueden realizar transacciones debido a su vinculación con el aparato militar, de inteligencia o de seguridad del régimen.
Además, añadió a esta lista a la empresa Orbit, S.A., una compañía que procesa remesas a Cuba, acusada de operar para beneficio de las fuerzas militares cubanas.
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Asimismo, reiteró que se mantendrá a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, una clasificación que la nueva administración considera justa dada la histórica colaboración del régimen cubano con actos de terrorismo internacional.
Desde el primer día del mandato de Trump, la Casa Blanca ha tomado decisiones para revertir los cambios implementados por el gobierno de Joe Biden, que, según el gobierno de EE.UU., fueron erróneos y perjudiciales para los intereses nacionales.
El gobierno de Trump afirmó que su compromiso es firme en exigir responsabilidades por los abusos cometidos por el régimen cubano, y ha destacado la opresión contra el pueblo cubano y su injerencia negativa en América Latina y otras partes del mundo.
El Departamento de Estado también mencionó que la Embajada de EE.UU. en La Habana está en contacto con las familias de los detenidos políticos y con disidentes, reafirmando el respaldo incondicional de Estados Unidos al pueblo cubano en su lucha por la libertad y la justicia.
"Apoyamos los derechos humanos y las libertades fundamentales del pueblo cubano y exigimos la liberación de todos los prisioneros políticos detenidos injustamente. Nuestra embajada en La Habana se está reuniendo con las familias de los detenidos injustamente, así como con disidentes, para que sepan que Estados Unidos los apoya plenamente", subraya.
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