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Con una emotiva interpretación del ballet Bodas de sangre, la primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba (BNC), Sadaise Arencibia, se despidió de los escenarios tras más de 25 años de brillante carrera artística.
La despedida tuvo lugar el pasado 23 de abril durante la gala de clausura del XXXI Festival La Huella de España, celebrado en la sala Covarrubias del Teatro Nacional, en una edición dedicada a las Islas Baleares.
Arencibia encarnó el papel de "la mujer" en la coreografía de Antonio Gades, inspirada en la obra homónima de Federico García Lorca.
Estuvo acompañada en escena por figuras de renombre como el bailarín español Joaquín de Luz, la directora y también bailarina Viengsay Valdés, y el joven talento Daniel Martínez, en una función que combinó danza, música y arte lírico como homenaje a los lazos culturales entre Cuba y España.
Reconocida por su elegancia, depurada técnica y fidelidad al estilo de la escuela cubana de ballet, Arencibia ha sido una digna heredera del legado de Alicia y Fernando Alonso.
Su trayectoria incluye interpretaciones memorables en clásicos del repertorio como Giselle, El lago de los cisnes, La bella durmiente, Don Quijote, Carmen, y La muerte del cisne, esta última una de sus piezas más aclamadas por el público y la crítica.
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Más allá de los escenarios, Arencibia también formó parte del documental Cubanas, mujeres en Revolución, dirigido por María Torrellas y producido por Resumen Latinoamericano, donde se destacó como símbolo del empoderamiento femenino en el arte.
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