El opositor cubano Boris Betancourt está preso en Panamá, a la espera de ser extraditado a la Isla. Según ha explicado el propio Betancourt, en declaraciones a CiberCuba, lleva 15 meses encerrado en una cárcel panameña de máxima seguridad, donde permanece recluido 23 de las 24 horas del día, "como un animal".

Él asegura que su encarcelamiento en Panamá responde a "un caso inventado por Cuba", debido a su labor como opositor, sobre todo, en tiempos de Oswaldo Payá, fallecido en 2012. Pese a su activismo junto al líder del Proyecto Varela, él ha intentado contactar sin éxito a su hija, Rosa María Payá. "Estoy localizando a Rosa Payá y no aparece", asegura a CiberCuba. Su abogada, Lázara Gutiérrez Fernández también lo ha intentado "por todos los medios y no contesta".

Boris Betancourt fue detenido en Panamá por consumo de drogas. Él asegura que arribó a ese país con la intención de pedir asilo. "Pasé por Medalla Milagrosa, en Chiriquí (administrado por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl), pero estaban completos y me mandaron al Consejo Noruego para Refugiados, de Acnur. A los dos días de estar ahí, la Policía panameña allanó el apartamento donde me estaba quedando".

Lo hicieron, según le dijeron, atraídos por "el olor a marihuana" aunque Boris Betancourt dice que "eso es mentira". La noche anterior a su arresto lo llamaron sus abuelos para decirle que el agente Valentino (de la Policía Política cubana) había estado en la casa familiar y que les había dicho que ya sabían (en la Seguridad del Estado) dónde él estaba.

De acuerdo con el testimonio de Betancourt, enviado por escrito a CiberCuba, en el registro policial en Panamá le encontraron, unos gramos de marihuana para consumo propio, que afirma haber comprado la víspera de su detención "porque eso le calma la ansiedad". Su defensa aclara que, según consta en la sentencia, le hallaron 0,48 gramos de marihuana.

"Boris (Betancourt) está preso en Panamá porque está esperando que se haga efectiva la extradición a Cuba. A él lo detuvieron en Panamá por otra causa, pero ya Cuba lo había solicitado a Interpol", añade su abogada, Lázara Gutiérrez Fernández.

"Ya él tuvo la audiencia de incidente de objeciones en contra de la resolución de Relaciones Exteriores, donde se admite la extradición y también fue negada. Él solicitó su asilo político, pero el director de Onpar (Oficina Nacional para Atención al Refugiado) así como Relaciones Exteriores son del criterio de que en Cuba no se violan los derechos y que prometieron no aplicar la pena de muerte a Boris, cosa que se ha dicho que a ellos no les interesa quedar bien con nadie", insiste la abogada.

"La defensa de todo lo que se ha hecho se ha basado en la violación de los derechos de Boris porque el es un líder de una organización que creó hace años. Es un opositor al régimen asesino de Cuba desde los 16 años con varios encarcelamientos en Cuba por esa razón y en Cuba no aceptan opositores", concluye la abogada Gutiérrez Fernández.

Las drogas

"Consumo (drogas) por la noche para poder dormir", explicó Boris Betancourt a esta plataforma. El problema está en que cuando la Policía panameña consultó sus antecedentes, su nombre estaba señalado con una alerta roja por narcotráfico, puesta por el régimen cubano, en Interpol. Es así como ha terminado acusado de tráfico de drogas y a la espera de ser extraditado a la Isla, donde él considera que corre peligro. En Cuba le quedan sus abuelos, una tía y un primo y todos, insiste, están sometidos a un "chequeo y control constantes desde 2021" y "tienen los teléfonos intervenidos".

Betancourt dice que lo sabe porque cuando cayó preso en Panamá, él llamó a su familia y al día siguiente estos recibieron la visita del agente de la Policía política que se hace llamar Valentino y que aseguró saber cuánto le cobraban los abogados en Panamá. "Yo se lo había contado a ellos cuando hable por teléfono", dice.

"Un seguroso que vive a dos casas de la de nosotros (en Cuba) instaló una cámara de video para vigilar la casa. Es un oficial de tránsito", apunta Betancourt, a quien el régimen de La Habana vincula con una red internacional de narcotráfico. Él lo niega. Asegura que le tendieron una trampa cuando se reunió en Costa Rica con dos personas con las que estaba acordando una ayuda económica para su grupo político, Camino a la Democracia Pacífica de Cuba.

"La dictadura me infiltró dos espías cubanos que viven en Estados Unidos", dice sin identificar a esas personas, aunque sitúa a una en Houston y a la otra, en Miami. "Los infiltraron con el propósito de darme una donación económica para mi causa y lo que hicieron fue grabarme y 'hackearme' el correo. También me infiltraron otro espía en Costa Rica, que era el secretario del cónsul de la Embajada cubana", recalca por escrito.

Esa supuesta donación para la causa nunca llegó, pese a que Boris Betancourt defiende que se reunió con esos supuestos donantes en Costa Rica. Fue allí donde presuntamente le dijeron que no podían darle el dinero porque les habían 'hackeado' las cuentas y no podían retirar efectivo de sus tarjetas. Prometieron hacerlo al llegar a Estados Unidos, pero Boris Betancourt jura que "jamás lo hicieron".

A esas personas no identificadas, Betancourt les enseñó "la logística" de para qué iba a usar el dinero que le iban a donar. "Les enseñé correos electrónicos con activistas en Cuba. A todos los cogieron presos y me 'hackearon' el teléfono".

Ahora, desde Panamá quiere que se hable de su caso; que se haga justicia y que trascienda el "odio" que siente por los comunistas. De su caso ha hablado el medio español afín al régimen de Díaz-Canel, Cubainformación.tv, que asegura que en el registro que le practicaron a Betancourt en su apartamento le incautaron 2 kilos de marihuana. Además, afirman que el régimen tiene constancia de que Boris Betancourt ha introducido drogas en Cuba "utilizando Panamá y Costa Rica" para sus actividades presuntamente delictivas. El opositor niega la mayor.