Esposo de madre I-220B deportada a Cuba aclara que aprobación de reunificación no significa que regresará a EE.UU. mañana

Heidy Sánchez Tejeda está separada de su hija, de año y medio, y de su esposo, que es ciudadano americano, desde abril. La congresista demócrata Kathy Castor ha intervenido para acelerar el proceso de la reunificación familiar, que llevaba dos años atascado, pero el camino es largo porque Sánchez necesita tres perdones de la Administración americana, uno de ellos, el de la deportación, veta la entrada en EE.UU. por cinco años

Carlos Yuniel Valle muestra la carta que llevaba dos años esperando con la autorización de la reunificación familiar Foto © CiberCuba

La historia de Heidy Sánchez Tejeda, la madre I-220B, separada de su bebé lactante y deportada a Cuba en abril, ha estremecido a la comunidad cubana en Estados Unidos. Su esposo, Carlos Yuniel Valle, ha movido cielo y tierra para traerla de vuelta a Tampa. Gracias a la congresista demócrata Kathy Castor ha conseguido acelerar el proceso de reunificación familiar, que él inició hace dos años, cuando ambos se casaron. Justo este viernes, coincidiendo con la entrevista de CiberCuba, Valle recibió la carta que permitirá a su abogada, Claudia Cañizares, avanzar en el proceso de reclamación.

"La gente piensa que ella (Heidy Sánchez) va a estar aquí mañana y no es así. Este es el primer paso, pero a partir de ahora, empieza la batalla", señaló Valle a esta plataforma, en una conversación de 25 minutos en la que hizo un recorrido desde la llegada de su esposa a Estados Unidos hasta su deportación a Cuba este 23 de abril.

Según explicó, Heidy Sánchez Tejeda entró a Estados Unidos por la frontera de México y tuvo la mala suerte de pasar nueve meses presa hasta que la dejaron en libertad con un documento I-220B, que incluye una orden de deportación. Este 20 abril ella acudió a su cita rutinaria con ICE, el Servicio de Inmigración y Fronteras, en Tampa y allí la separaron de su niña de año y medio, y le anunciaron que Cuba había aceptado su deportación y que sería devuelta a la Isla.

De nada sirvió que ella llorara e intentara explicar que está casada, desde hace dos años, con un cubano que es ciudadano americano y que su proceso de reagrupación familiar llevaba esos dos años atascado porque, al parecer, se juntó con el proceso de residencia que ella había iniciado, y al haber dos vías legales abiertas y llevar ambas ritmos diferentes, una retrasó a la otra. También suplicó que no la separaran de su hija de año y media a la que aún le estaba dando el pecho.

Carlos Yuniel Valle conoció a Heidy Sánchez cuando ella trabajaba en el comedor de un restaurante, lavando platos. Estuvieron un año de novios y se casaron. Ella empezó entonces a trabajar limpiando habitaciones de hoteles en el Downtown de Tampa y con el tiempo, estudió y se sacó un título de enfermera que le ha permitido trabajar en el cuidado de personas mayores.

En eso trabajaba cuando fue deportada a Cuba. La empresa a la que estaba vinculada se enteró de lo ocurrido a través de los medios de comunicación, porque el caso ha sido muy mediático, y contactó al esposo para abonar el cheque pendiente de cobro. Cuando lo ingresaron en las tarjetas de Heidy Sánchez y su marido fue a revisar, resulta que tras su deportación el banco las había cancelado y el dinero se perdió. "Ella entró con el pie izquierdo a este país", lamenta su esposo.


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La vida de Heidy Sánchez no ha sido un camino de rosas. Tenía problemas para quedarse embarazada y eran tantas sus ganas de ser mamá que se sometió a un proceso de fecundación in vitro que le permitió tener una niña. Eso no lo logró de un día para otro. Tuvo que esperar mucho, luchar mucho, pero finalmente tuvo a su niña. Lo que muchos consiguen a la primera, ella ha tenido que pelearlo. Al año y medio, la separan de su hija.

Al llegar a Cuba se fue a Marianao a vivir con su mamá, pero su padrastro murió y tuvieron que mudarse a un cuartico pequeño. Eso, sumado a la tristeza por la separación de su hija y de su esposo, hundió aún más a esta madre cubana que llama a su niña cinco veces al día a pesar de los apagones y de la comunicación entrecortada.

Fue su esposo quien movió hilos y consiguió que ella se fuera a vivir a Artemisa, donde ahora espera que prospere el proceso de reunificación familiar, que tampoco parece ser un camino de rosas porque ella necesita tres perdones. Uno de ellos, del proceso de deportación, que veta la entrada a Estados Unidos durante cinco años.

No obstante, Carlos Yuniel Valle tiene esperanzas de que con la ayuda de la congresista Kathy Castor, que tan pendiente ha estado de su caso, pueda conseguir que su esposa regrese a Estados Unidos y que su familia vuelva a ser la de antes.

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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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Este artículo ha sido generado o editado con la ayuda de inteligencia artificial. Ha sido revisado por un periodista antes de su publicación.



Tania Costa

Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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