El campeón olímpico de boxeo Erislandy Álvarez, una de las máximas figuras del deporte cubano actual, reveló que ha rechazado múltiples ofertas millonarias para abandonar Cuba, incluyendo una propuesta de $100,000 durante los Juegos Olímpicos de París 2024 para no regresar a la Isla.
Las declaraciones del pugilista fueron realizadas en el podcast oficialista Pidiendo Pista, donde abordó abiertamente el asedio de promotores del boxeo profesional y su decisión de permanecer en su país.
"Me han ofrecido dinero muchas veces. En los Juegos Olímpicos de París me ofrecieron 100 mil dólares para que no regresara a Cuba y me quedara en Inglaterra. Les dije que no, que mayor dinero que la familia no hay", afirmó a la presentadora Lilian Cid.
Álvarez, oriundo de Cienfuegos y vencedor en la categoría de 63,5 kg en París 2024, dejó claro que su compromiso con Cuba no ha estado exento de tentaciones.
Reveló también que ha recibido ofertas similares en Estados Unidos, pero aseguró que todo lo que le han prometido fuera del país lo ha conseguido desde dentro.
"En Estados Unidos me ofrecieron varios miles. Pero todo eso que ellos me han ofrecido yo lo he obtenido estando aquí en Cuba. Estoy con mi familia y le estoy dando lo que nunca le había dado", agregó.
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Presiones, críticas y fidelidad
La entrevista cobra especial relevancia ya que hace apenas cuatro meses, el mismo Álvarez protagonizó una de las denuncias más inusuales de un atleta de alto nivel en la Isla, al criticar públicamente al Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) por la entrega de un vehículo defectuoso como premio por su medalla de oro olímpica.
“Lo que me dieron fue una mierda”, escribió el boxeador en Facebook en marzo, refiriéndose al Hyundai Grand i10 usado que recibió. Según explicó entonces, el auto estaba en tan malas condiciones que tuvo que invertir casi $5,000 para dejarlo en funcionamiento básico. Incluso una de las gomas explotó mientras conducía, lo que pudo haberle costado la vida.
La publicación, que luego fue eliminada, fue ampliamente replicada por medios independientes, convirtiéndose en un ejemplo del malestar latente entre atletas de alto rendimiento que, pese a traer gloria internacional al país, enfrentan precariedad y falta de reconocimiento institucional.
No obstante, en el podcast, Álvarez mostró una postura de conciliación.
A pesar de la experiencia con el INDER, ahora reafirmó su compromiso con el proyecto deportivo cubano y valoró positivamente la política de inserción controlada de boxeadores en el profesionalismo, impulsada en los últimos años por el gobierno.
"Nos han abierto muchas puertas que son adecuadas. Antes los boxeadores se quedaban para ayudar a sus familias, pero si ya estás ayudando a tu familia desde aquí, no tienes que ir para otro lado", sostuvo.
Entre la lealtad y el descontento
La figura de Erislandy Álvarez resulta compleja y valiente.
Si bien se mantiene dentro de las estructuras oficiales del deporte, no ha dudado en romper silencios que la mayoría de sus colegas evitan.
Ya en febrero de este año sorprendió al mostrar públicamente su apoyo a David Morrell Jr., púgil cubano residente en Estados Unidos, quien enfrentó a David Benavidez en Las Vegas.
El gesto fue interpretado como una señal de apertura por parte de un atleta que no rehúye la crítica ni la empatía con quienes tomaron otro camino.
Consciente de que muchos amigos y colegas han abandonado Cuba en busca de mejores oportunidades, Álvarez dijo sentirse en paz con su decisión de permanecer: "Propuestas para dar el paso no han faltado, pero la respuesta negativa fue mi bandera".
Héroe de París 2024
Erislandy Álvarez fue el único medallista de oro cubano en boxeo en los pasados Juegos Olímpicos, y una de las pocas alegrías deportivas de una delegación que tuvo un desempeño modesto en general. Su victoria por decisión unánime ante un rival kazajo en la final fue celebrada como un logro que reivindica la tradición boxística cubana.
Sin embargo, el contraste entre la gloria olímpica y las duras condiciones que viven incluso los atletas más destacados sigue generando debate en la sociedad cubana.
La experiencia de Álvarez -a medio camino entre el orgullo nacional y el desencanto institucional- refleja las contradicciones profundas del deporte en la isla: el talento y el sacrificio se enfrentan a un sistema que, aunque comienza a flexibilizarse, sigue ofreciendo recompensas desproporcionadas para quienes más lo merecen.
Por ahora, el púgil cienfueguero mantiene la guardia en alto: en el ring y frente a las cámaras, leal pero crítico, decidido a seguir peleando desde su tierra.
Preguntas frecuentes sobre Erislandy Álvarez y su carrera en Cuba
¿Por qué Erislandy Álvarez decidió rechazar ofertas millonarias para abandonar Cuba?
Erislandy Álvarez rechazó ofertas millonarias porque valora más estar con su familia en Cuba que el dinero ofrecido en el extranjero. A pesar de las tentaciones económicas, el campeón olímpico de boxeo se siente satisfecho con lo que ha logrado dentro de su país y prefiere permanecer allí para apoyar a sus seres queridos.
¿Qué problemas enfrentó Erislandy Álvarez con el INDER respecto al premio por su medalla de oro?
Erislandy Álvarez denunció públicamente que el auto que recibió como premio por su medalla de oro estaba en mal estado. El vehículo, un Hyundai Grand i10 usado, requería reparaciones significativas y era un ejemplo de las condiciones precarias que enfrentan los atletas cubanos, incluso aquellos que logran grandes éxitos internacionales.
¿Cómo ha impactado la política de inserción controlada en el profesionalismo en la carrera de Erislandy Álvarez?
La política de inserción controlada en el profesionalismo ha abierto nuevas puertas para Erislandy Álvarez dentro del boxeo profesional. Esta iniciativa del gobierno cubano ha permitido a boxeadores como Álvarez competir internacionalmente y obtener beneficios económicos sin abandonar el país, lo cual ha sido valorado positivamente por el pugilista.
¿Cuál es la postura de Erislandy Álvarez sobre el sistema deportivo en Cuba?
Erislandy Álvarez mantiene una postura crítica y leal hacia el sistema deportivo en Cuba. Aunque ha expresado descontento con el reconocimiento institucional y las condiciones materiales, Álvarez sigue comprometido con el proyecto deportivo del país, destacando las oportunidades que ofrece la política de inserción controlada en el profesionalismo.
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