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El Gobierno cubano ha comenzado a organizar la celebración de cumpleaños de 15 años para adolescentes en distintos territorios del país, bajo el argumento de apoyar a las familias “más vulnerables”.
La medida, impulsada por el Partido Comunista (PCC) en Camagüey, fue presentada por los medios oficiales como una acción solidaria y de respaldo social, pero ha generado inconformidades y burlas en redes sociales.
Según informó Radio Cadena Agramonte, la Empresa Municipal de Comercio de Minas, un municipio ubicado al norte de la ciudad de Camagüey, implementa un programa que ofrece a las familias un módulo que incluye la elaboración de panes para bocaditos y un pastel, “todo a un precio accesible, mucho menor que el ofertado por el sector no estatal”.
El servicio se gestiona mediante contrato en la dulcería El Deleite y, de acuerdo con las autoridades locales, busca garantizar “una celebración significativa” para los adolescentes que arriban a esta etapa.
El director de la Unidad Empresarial de Base, Yosbel Cobas Soriano, explicó que el proceso se realiza con “organización formal y transparencia”, y destacó que se trabaja “cuidadosamente para garantizar la calidad de cada pedido”.
La iniciativa, añadió, forma parte de los esfuerzos del Estado por “fortalecer la eficiencia y la sostenibilidad de las acciones que apoyan a las familias camagüeyanas”.
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Sin embargo, lo que el discurso oficial presenta como una estrategia de inclusión ha sido recibido con sarcasmo y descontento en otras provincias donde se han replicado acciones similares.
En Santa Clara, la emisora estatal Estereocentro publicó un aviso dirigido a los adolescentes que cumplieron 15 años en septiembre, informando que podrían comprar un “cake” durante los días 15 y 16 de octubre en la dulcería La Suiza.
El anuncio, lejos de generar entusiasmo, provocó una avalancha de comentarios críticos en redes sociales. Muchos usuarios calificaron la medida como una muestra más del deterioro económico y de la desconexión del Gobierno con las verdaderas necesidades de la población.
“¿Es un meme? ¿A fe de qué esa historia?”, ironizó un internauta, mientras otro apuntó: “El que cumplió 15 el año pasado no podrá adquirir un cake ahora en octubre… como el arroz de junio que reparten en septiembre”.
El malestar popular también se expresó en tono de frustración y resignación. “No quiero migajas, quiero ser libre para comprar lo que deseo”, escribió una usuaria, reflejando el sentir de muchos cubanos que asocian estas medidas con el control estatal sobre la vida cotidiana.
Otros, con amargo humor, lamentaron que el país retroceda a épocas donde el Estado decidía hasta los detalles más íntimos de las celebraciones familiares. “Recuerdo las bodas que se realizaban para repartirse lo que daban en la casa de los novios. Volvamos atrás, cuando habíamos transitado por 52 años y más”, apuntó.
Aunque algunos defendieron la idea como una “opción solidaria” para quienes no pueden costear un pastel en el mercado privado, la mayoría coincidió en que el gesto es insuficiente frente a una crisis que golpea a todos los sectores.
“Si no hay para todos, no se vende nada. Eso sería lo más justo”, opinó una madre que también cuestionó el desorden en las fechas y la exclusión de quienes cumplieron años en otros meses.
En medio de la escasez de alimentos básicos, la inflación y la desesperanza generalizada, el intento del Gobierno por presentarse como benefactor a través de un pastel barato parece haber tenido el efecto contrario: recordar a muchos cubanos que, incluso para celebrar la adolescencia, dependen de la voluntad del Estado.
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